sábado, 27 de abril de 2013

Abrazos

Anoché volví a tener la misma sensación, la ciudad me abrazaba. Recuerdo que la otra vez hasta llegué a llorar de emoción (supongo que la cerveza escocesa ayudaría a ello). Intento describir el origen del sentimiento pero me cuesta encontrar palabras. Algo sublime que une lo de arriba con lo de abajo, si es que alguna vez hubo diferencias. La constatación de formar parte de lo que me rodeaba y de que lo que me rodeaba no me era hostil sino amigo. La comunión entre el espíritu, Dios y la gran urbe con sus edificios, sus plazas, la gente que pasaba, la gente que dormía. Como si todo, también yo, fuésemos expresión de un Uno. Nada ajeno, todo familiar, y como si eso fuese la mejor manifestación de la belleza...
Esa sensación de acogida de la ciudad que se repite es un signo más de ese deseo interno de hacer proyecto... Para ese proyecto hacen falta espacios.

miércoles, 24 de abril de 2013

Retazos

De esto también hace muchos años.

Cuando el sentimiento escuece y corta un minuto de mi latido, el tiempo sigue soplando hasta la finitud de mi aurora. Lo siento pequeño en medio de algo más blanco y cegador, pero a la vez veo que se funde en ello entregándosele.
¡Continúa suspirando, mi pequeña vida!

Lienzo

Esto  se lo escribí hace muchos años, casi 20, a una chica en la finca de la aldea del Calabacino. Aquella sierra que me arrancó tantos sentimientos y que fue testigo de tantas confidencias.

En este torbellino de sensaciones y colores, de nuevo me dejo inundar por su éxtasis que me sobrepasa y al que no puedo abarcar por mi pequeñez. Ahí, embriagado de su magia, una vez más absorto, contemplo aquel lienzo magnífico que me pintó el Creador. Hoy soy capaz de escuchar su lenguaje, que en susurro ininteligible hablan las criaturas del bosque, aquellas que a veces adivino en mi subconsciente.
Quisiera con un suspiro transmitirte la magia del instante, pero el papel no entiende de luces y sombras, frescura y olores, sonidos cautivadores que enamoran el alma, reflejos de sol que intento cazar para momentos no tan limpios. La pluma, solo en intento infiel, puede hablarte del verde misterioso y de la profundidad de la roca. Quisiera transmitirte el murmullo de la brisa prendada de amor, sin querer mancillar la pureza blanca de la flor. Me gustaría regalarte la armonía silenciosa de este cuadro, del que formo parte como intruso. Quisiera ofrecerte la melodía suave que en notas románticas canta el arroyo, quien sabe si para mí.
Cierra los ojos y siento el viento que hoy, mi mensajero, te transporta un beso cargado de la esencia de la naturaleza y que baja a los más profundo de tu ser, allí donde el tiempo y el espacio se confunden con los vuelos armoniosos de las libélulas y las risas burlonas de las hadas, allí donde el sueño es tu mundo. Observarás que es posible porque tu savia es la misma que corre bajo mis pies, pues toda ella procede del Gran Árbol.
Si puedes, sé feliz un instante.
Atiende, escucha... quizás las hojas pronuncien nuestros dos nombres. ¿Podría ser que nos admitieran como dos notas más, aunque insignificantes de este bello y acorde canto de alabanza?
Aunque no fuera así, no olvides que hoy necesitaba compartir este lienzo contigo.

domingo, 21 de abril de 2013

Love me or leave me

Hoy hace diez años que se fue. Sigue siendo grande.

lunes, 15 de abril de 2013

 
12 de febrero de 1995- 6´30 AM- Casa de la Misericordia
 
Jesús, esta madrugada te siento triste. Tus ojos humedecidos me traen a la mente el sabor de otras lágrimas. Tu soledad te hace mi cómplice. Observo entre lo nublado tu humanidad misericordiosa.
Jesús, en tu llanto está mi reposo, en tu sufrimiento mi abandono. Volvemos a ser tú y yo en medio del vacío del mundo.
Oh Cristo, bondad infinita, quiero verla también en mi derrota. Deseo que brilles en mi negrura. Acompáñame en mis instantes de hombre...
 
Al Jesús silencioso, desde mi oración silenciosa. Sabiendo que sabes traducir los latidos de mi corazón. Esta noche quiero que ellos sean mi oración, pues, pobre como soy, no tengo otra cosa que darte.
 
 
 
5 de marzo de 1995- 0´15 AM. Casa de la Misericordia
 
La cálida estrella esa me recuerda otras noches menos frías. En tu abrazo Jesús quiero dormirme y que acunes mi alma en tu sosiego... Esta noche sólo puedo amarte, sólo quererte.
Quiero abandonar mi pequeñez en tu regazo. Jesús, sólo me falta ver claramente tu voluntad. Hoy sé que me amas en mi pobreza y en esta noche de cuaresma quiero presentarte mi pecado: el no querer darme cuenta que estás ahí. Perdóname en tu misericordia infinita; Tú el de corazón pobre.
Nunca había contemplado tu ternura de esta manera...
Mañana estoy seguro que reiremos juntos.

sábado, 13 de abril de 2013

Cosas que ojo no vio ni oído oyó.

Inauguro una nueva etiqueta en este sucedáneo de blog. No es un apartado más. Es más, diría que me juego mucho en esto. Me juego ni más ni menos el poner en este balcón lo más profundo de mí mismo, y con ello, mi mayor tesoro. Considerando aquella frase de Jesús de "no echéis vuestras perlas a los cerdos" (Mt 7, 11), teniendo en cuenta que por aquí pasa poca gente, pero sí puede pasar  cualquiera, no sé si esto es uno de mis inoportunos desfases. ¿Qué me mueve a hacerlo entonces? Pues dos cosas: La primera que alguien me comentó el otro día que después de leer mi blog entendía que era una persona que había sufrido mucho (incluso se ofrecía a ayudarme). Transmitir esa imagen me preocupó. Mi vida ha sido un cúmulo de gracia, amor, ternura, compasión..., sobre todo en esta faceta que aquí quiero plasmar. La segunda, después de unos días de reflexión y oración intensos, la intuición de que quizás a alguien pudiera venirle bien leer algunas de estas cosas. Esto constituye mi historia de fe, aquella que Dios ha querido ir haciendo conmigo. Al releer algunas cosas me resultan muchas de ellas algo chocantes, infantiles... teniendo en cuanta que es historia, no quiero minusvalorar ni un ápice de lo vivido porque, aparte de mi literatura en su mayor parte barroca y excesivamente sentimentaloide, la historia no ha dejado de ser historia de amor y de salvación, y yo mismo me acerco a ella con los pies descalzos porque es terreno sagrado. Por eso mi miedo a que alguien lo profane, no por el daño que pudiera hacerme, sino por la profanación en sí... Por otro lado, me ha hecho dudar también el hecho de que esto vaya a convivir con otras "frivolidades". Pero, teniendo en cuenta que con la encarnación lo profano queda sacralizado, el recelo se desvanece. El velo del templo se rasga, por si hay alguna duda que nuestro Dios es Dios en la tierra, Enmanuel. Ya no hay separación, ni velos, la tierra entera queda convertida en ese terreno sagrado para todo aquel que sabe verla. Ojalá que a alguien le mueva algo. Evitaré escritos demasiado privados, que nombren a personas concretas o circunstancias muy personales. Me remitiré a lo puramente relacional. Procuraré hacerlo por orden desde que comencé a escribir, aunque no siempre será fácil porque no he sido muy ordenado y tengo algunos cuadernos por ahí desaparecidos.
Se verá mi evolución, creo que importante, la depuración de mi fe con los riesgos que eso tenga.
¿Sufrimiento? Sí, he sido un sufridor. Pero más que nada pasión. Sobre todo la pasión de un Dios por su hijo. Espero que eso pueda verse. Gozo, liberación, palabra...Principalmente. Como os decía historia de salvación.

14 de enero de 1995- 03 AM. Casa de la misericordia

Amado Dios, postrado ante tu infinita gloria, quiero adorarte eternamente como en esta madrugada y como lo hacen los coros de los ángeles que cantan cada uno el aleluya que forma parte de la canción de tu alabanza.
Jesús, Trinidad eterna, compañero fiel en mis abandonos constantes. Te amo con todas mis fuerzas y en ese amor deseo vivir y morir. Permíteme poder irradiar a la humanidad con el calor de tu aliento. Dame fuerzas para no defraudarte. Hazme ver tu constante opción por mí que pocas veces es correspondida. concédeme la fe que me falta esta noche...
"Velad para no caer en tentación".
Ante ti estoy, nada soy, poco valgo. Tómame en mi entrega vacía. Hoy sólo eso puedo darte. No quiero dormirme en el grito del mundo. No puedo permitir que el llanto de mi hermano sea mi nana de cuna. No puedo dormir mientras el mundo muere y me espera. No puedo tener sueño mientras tú mueres de soledad.
Espíritu Santo, Trinidad eterna, calienta mi tibieza. Enciende tu fuego en mi corazón de enero.

Hoy siento mi oración como una monótona letanía que se pierde en la lejanía de mi desierto. Sin embargo, tú sigues ahí. Y no sólo para mí sino para otra gente que ha desandado su estío. Mi vida sigue dejando escapar sus días como globos de feria. Es más, disfruto al verlos volar.
¿Por qué no te descubro en mi hastío? ¿Por qué no te encuentro en mis agobios? ¿Por qué no te veo en mi mañana inmediato?...
Padre, Trinidad eterna, no puedo seguir caminando si no escapo de mi propio burbuja que refleja únicamente lo que soy. ¿Y qué soy? A veces pienso que una burda imagen de la hipocresía del mundo. ¿Y me atrevo a quejarme de él?
Jesús, ¿dónde está el giro deseado en el rumbo de mi vida?
Empezaré rogándote por los que verdaderamente sufren. Ya está bien de autocompadecerme. ¿Es que mi situación me hace encerrarme cada vez más en el cuarto oscuro de mi egoísmo?...
Jesús, perdóname. Por mi mediocridad. Ten piedad de mí. Por mi hipocresía  Atiéndeme y ten misericordia. No puedo llevarte a los demás si verdaderamente no siento que te tengo...
Jesús, hoy me siento vacío de ti, pero con la seguridad de que estás. ¿Es eso mi fe? De todas maneras, auméntamela. ¡Qué fácil sería si caminara consciente de que vas a mi lado siempre!
Jesús, ¿qué soy? ¿quien quieres de mí? Hoy no lo veo claro. Quizás sea de noche en mi alma. Pero está tu luz.
Simplemente, aquí estoy. De nuevo vuelvo a estar. Pongo mi presencia en tu corazón sagrado pues es lo único que tengo hoy.
Borra mi presunción. Aniquila mi vanagloria. Qué sólo tú luzcas. Qué sólo tú brilles.

miércoles, 3 de abril de 2013