martes, 12 de julio de 2011

El 15M es incompleto

Perdonad, compañerxs esta intrusión crítica de un ciudadano medio inexperto en estas cosas como yo. Alguien que ha gritado en las manifestaciones de estos meses y que ha vivido esto como una primavera interior y social. Pero se me ocurría que no podemos conformarnos siquiera con nuestras propias limitaciones. Y es que corremos el riesgo de estancarnos en una crítica parcial de esta realidad injusta y cruel. Si queremos hacer una revolución ¿por qué no comenzamos a plantearnos que esa revolución sea total?. Pienso que el 15 M es incompleto, principalmente por dos motivos:
1. Para que haya revolución real, cambio social, todo eso tiene que ir acompañado de un una revolución interior, un cambio personal. ¿Por qué no comenzar a invitar a que la persona retome lo más auténtico de sí mismo? ¿Por qué no abrir debates (comisiones, asambleas, etc.) sobre qué es lo más genuino del ser humano? Abrir cauces para conectar con eso, con la interioridad, la profundidad, la trascendencia, lo espiritual o como queramos llamarlo. Invitar a que no podemos gritar contra la codicia de los banqueros si luego nosotros entramos en la vorágine del consumismo, de la competitividad, del escalar puestos a costa de lo que sea. Reconocer que lo mejor del ser humano es la generosidad, la solidaridad, la fraternidad, y ¿por qué no decirlo?, el amor.
2. Habría que pensar más globalmente. En esta sociedad de la mundialización, hay que adecuar un lenguaje extensivo que no sólo incluya a los 5 millones de parados, sino también a las mujeres y niños explotados, esclavizados para que nosotros podemos vestir nuestras prendas de moda, comprarlas baratas o comernos una hamburguesa. (Por poner tan sólo algunos ejemplos). Un discurso que tenga en cuenta el planeta, su utilización atroz y salvaje, que contradiga la lógica del crecimiento ilimitado y el enriquecimiento como únicas formas de ser felices.

Me encantaría que se abriera el debate en estos términos, u en otros que completaran, que me dieran la impresión de que esto va más allá de lo puramente material (para o caer en los mismos errores que criticamos) de lo puramente inmediato y cercano. La revolución debe ser global, desde el interior y extensible a la humanidad.