lunes, 24 de diciembre de 2012

Feliz Navidad


” No hay que temer al fracaso, a la lucha,
al dolor, a los pies de barro o a la debilidad.
No hay que temer a la propia historia,
con sus aciertos y tropiezos;
ni a las dudas; ni al desamor;
que la vida es así, compleja,
turbulenta, hermosa, incierta.

 Pero luchemos
contra la tristeza perenne,
esa que se instala en el alma
y ahoga el canto.

Alimentemos la semilla de alegría
que tenemos plantada muy dentro.
Que surja, poderosa, la voz esperanzada,
esa que clama en desiertos y montes,
en calles y aulas,
en hospitales,
en prisiones,
en hogares y en veredas.

Cantemos hasta le extenuación
la vida del Dios hecho niño
del niño hecho hombre
del hombre crucificado
que ha de vencer a la cruz
una vez más

 Nadie va a detener al Amor
que se despliega, invencible,
en este mundo que aguarda.
Aunque aún no lo veamos.“

martes, 11 de diciembre de 2012

No es más de lo que es

Lo efímero del momento en el que vivo, tan efímero y relativo como el sentimiento. Mañana me reiré o me sentiré ridículo. Quizás hoy ya me ría también y por eso me atreva a escribirte, llegando a la conclusión de que por qué dejar de ser en mi esencia a costa de razonamientos, de forzar máquinas, en pos de recomendaciones, de procesos y de lo salubre. Y es que en mi esencia está el quedarme en pelotas de vez en cuando, y ahora me sale así. Eso me hace vulnerable ante la humanidad (la gente, como tú dices... uufff... la gente! Si al final vas a tener razón) y en este momento ante ti. Un cuerpecito donde se ven demasiado las impurezas. Hoy lo miro y digo que también así se descubre su propia belleza. Esto no es más de lo que es. Igual que el sentimiento. A veces, incluso decía al verte, "no, no es él". Sin embargo aquí me tienes, en pelotas y mirándote a los ojos. Para decirte y para que me digas. Aunque no tengas nada que aportar a este batiburrillo. Y lo hago, te decía, porque situándome a las afueras del melodrama, esto llega hasta a tener su gracia: yo en cueros mirándote pero a la vez sabiendo que igual no me veas y que sea lo último que te diga. Esto tiene la intensidad del número de veces que nos vimos y del tiempo que duró lo que duró. Esto tiene la intensidad de mi intensidad (ya entendí lo de que Gavi se diera prisa. Hablábamos dialectos diferentes, cada uno a un lado de la metáfora). Con lo cual, no es más de lo que es. Así que fuera los miedos, los tuyos y los míos. Pero te dije que quería contarte: quería contarte que sigues bailando con gestos precisos en la música de aquel bareto y en la que me dejaste en mi casa. Que apareces con tu risa en su melodía y en su mensaje. Que te cuelas cada vez que hablo o me hablan de Madrid. Que me encanta seguir creyendo en la confluencias y en las coincidencias, que releo tus palabras intentando descubrir una sutileza que me invento y que como me la invento, luego las borro, queriéndote borrar también a ti. (Esto no es más de lo que es, mañana quizás sea otra cosa, mañana mismo). Que estás cada vez que intento escapar de lo que me agobia, del otoño, de la soledad del estatus actual, y me imagino que quizás querrías escapar conmigo. Que me pareció todo tan bonito (en su justa medida) como para que siguiéramos experimentando... También quería preguntarte. Pero sería forzarte a que hablares mi lenguaje, y quien dijo que este fuera el correcto.

martes, 27 de noviembre de 2012

Sobrevivir a Noviembre


Rueda que rueda. Una conexión interior intensa con los ritmos de la naturaleza. Tal es así que a medida que la luz y las hojas mueren siento que muero con ellas. Un dolor inexplicable, esa angustia del sinsentido que como sombra de soslayo siempre planea en el alma, ahora se hace aguda, patente, visible... Y ni la mente ni el convencimiento ni el deseo superior la conmueven. No hay nada que consuele al pequeño desvalido al que he acompañado estos últimos meses. 



Y desde entonces hablo en otro idioma. Tratan de convencerme que no hay motivos. Como si la circunstancia aparente tuviera algo que ver con lo profundo.Por eso acudo a ti. Quizás tú me entiendas. Y me preguntan, ¿es que no hay belleza en la decadencia, en lo dorado, en la monotonía callada de la estación? Claro que la hay. La belleza es tan libre que se instala donde quiere. Nunca me quejé de ella. 
Gente que se va, gente que no duerme, gente que come menos, gente que quiere quedarse en su casa, gente que quiere quedarse encadenada,... Es tiempo de ser testigo y no morir en el intento. Casi sobreviviendo. Para colmo, las conexiones, los encuentros fortuitos en las grandes avenidas, el comerse a besos en medio de la metrópolis sin complejos ni resentimientos... todo eso planea ahora en la atmósfera de la interrogación. Muerte también al romanticismo que pasó de moda hace tiempo! Me queda el frío que hoy ha llegado. Del que penetra y termina de resquebrajar lo que ya estaba agrietado  Siempre me sienta bien. Porque pone el alma al descubierto, a la intemperie. Se acaban las ilusiones acomodaticias y se comienza a nacer. La luz, lo nuevo, y a por otro estadio. De momento no me cansa.

sábado, 24 de noviembre de 2012

No estarás sola.

Dedicada a mi amiga Eva y a tantas como ella, guerrilleras de paz en estos tiempos difíciles.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Alivio

Cuando te miro, todo cobra sentido. Y si vale la pena, es por ti.

 Por los otoños llenos de calor, de castañas, de nostalgia, y  si estamos enamorados, pues mejor.
(No os olvido)

sábado, 15 de septiembre de 2012

Duerme con las lealtades, amanece con los compromisos.


DUERME CON LAS LEALTADES, AMANECE CON LOS COMPROMISOS
KOLDO ALDAI. Cocreador del Foro Espiritual de Estella.

CANTOS QUE NUNCA OÍMOS. Si no hubieran resonado aquellas melodías sublimes, si no hubiéramos compartido esos instantes únicos, si no hubieran asomado las lágrimas con los abrazos. Si no hubieran hablado esas miradas claras, esas sonrisas tocadas de infinito. Si no hubiéramos orado con el imán y el judío, si no hubiéramos callado con el budista y el sufí, si no hubiéramos danzado con el cristiano y el hindú. Si no se hubieran acercado esas monjas, con sus pies ancianos y desnudos entre el rocío de la mañana, hasta la llama ardiente de la unidad, podríamos olvidarnos de este empeño.
Si no hubieran partido aquellos héroes y conminado al relevo. Si no hubiéramos apurado juntos en puro gozo el último mendrugo. Si no hubiéramos compartido noches sobre el asfalto, sobre la hojarasca, bajo cielos infinitos. Si no nos hubiéramos agolpado en la misma proa tras una Ítaca siempre invisible…, podría haber otro anhelo. Pero ahora es tarde. Ya no hay otro norte, otra divisa, que el sol de la hermandad allí donde nos encontremos.
El susurro nos alcanzó cuando el horizonte tragaba el último rayo. Vendrán caídas y golpes, pero seguiremos sembrando. Vendrán borrascas que no buscamos y seguiremos cantando. La culpa es de esos hermanos que lo dieron todo, la culpa es de esa Sangre que no dudó en derramarse por el bien ajeno. La culpa es de ese Cielo que se desplomó cuando alcanzábamos el acantilado… La culpa es de cuando corrimos y caímos juntos, de cuando nos metieron en las mismas mazmorras, de cuando compartimos los mismos versos y tragos, de cuando nos pillaron con los mismos papeles prohibidos. La culpa es del mismo éxtasis, de los mismos océanos, de los mismos atardeceres que empañaron nuestras miradas. Ahora ya no hay otra salida, otro destino. No hay otra luminaria que reconstruir la tierra de hermanos.
Ya no hay sucedáneos, ya no hay engaño desde que las flores perfumaron las trincheras. No hay engaño desde que los brazos apretaron las espaldas y las mejillas unieron destinos. Apenas sabemos nada, apenas de dónde venimos, apenas nos han confesado a dónde vamos. Olvida las emboscadas y borrascas. Olvida el eco de los silencios cómplices. Olvida las úlceras y sus aledaños. Pero jamás olvides la palabra dada. Duerme con las lealtades, amanece con los compromisos. Vamos hacia la tierra pura, hacia la tierra de nadie, hacia la tierra de hermanos. Vamos hacia esos círculos, hacia esos cantos que vibrarán eternamente, hacia esa dicha, hacia esa unión diversa que no conocerá nunca fin.
Por más que quisiéramos, ya no conspiramos en contra de nada. No acampamos a la espera de nuevas promesas. Ya no hay ninguna carga policial que nos salve. El adversario sobre todo mora y medra dentro. Ya no tumbamos gobiernos, ni asaltamos palacios. Nuestras células, nuestras redes no vuelan octavillas. La misma Luz que nos ciega, nos impide descansar en ese asfalto.
Estamos a las órdenes de Lo que no tiene nombre, de Quien apenas nos susurró sus Planes. Los Guías apenas abren los labios. Vamos tras una tierra que nunca nos mostraron, tras otros colores que no fulgieron, tras una piel que no acariciamos. Vamos tras unos cantos que nunca oímos, tras una fraternidad que ni siquiera soñamos. Pero lo último que se nos ocurriría es la entrega de esas botas gastadas, la deserción de esas filas, la baja de esa alianza de eternidad.

EL SOL DE LA HERMANDAD. Dice la tradición oculta hasta nuestros días que hay una Hermandad interna que guía a la humanidad externa. Los vínculos establecidos entre esos grandes seres serían mucho más fuertes que los que conocemos como hermandad de sangre. Para comenzar a formar parte de esa primera y selecta comunidad es preciso sacrificar la identidad, estar dispuestos a trabajar de incógnito, sin recibir recompensa alguna, excepto la recompensa de las almas salvadas, de las vidas reconstruidas y de la humanidad que ha sido llevada adelante en el Sendero de Retorno.
El Maestro búlgaro Omraam Mikhaël Aïvanhov plantea así ese reto inexcusable: “La fraternidad debe ser formada por el impulso espontáneo de las almas que se unen… La vida individual debe preparar las condiciones para la vida colectiva, para la vida cósmica, universal”. Pocas dudas hay de que el espíritu de división es el responsable de las desgracias humanas. Añade el mismo Maestro: “Nunca se transformará el mundo si cada uno permanece aislado, en su rincón”. Hemos de crear una alianza ancha y poderosa capaz de manifestar los reinos superiores de armonía y de paz en la Tierra.
No caminamos solos hacia el sol de la hermandad. No hay prisa ni apremio. Sin embargo, no hay tiempo que perder. El ideal de la fraternidad humana, indisolublemente ligado al de filiación divina, no es un sueño de los místicos sino que es el destino evolutivo humano. La conciencia humana se despierta cuando se manifiesta en nosotros/as la sensibilidad a las nociones de universalidad. Esta facultad le permite al ser humano sentir que los demás y él mismo están estrechamente conectados, como las diferentes partes de un organismo.
Hubo un momento en nuestra historia en los que el fuego de la hermandad por encima de los credos, las razas y las clases casi se apaga, convertido en apenas un rescoldo. Hombres y mujeres en grupos minoritarios y perseguidos lo mantuvieron vivo en todas las latitudes. Sin embargo, ese ideal supremo, susurrado hasta nuestros días deboca a oído, ha encontrado en Internet y las nuevas tecnologías la herramienta prometida, imprescindible para su expansión. Creemos profundamente en este ideal que da sentido a nuestras vidas y que ahora, con todos los adelantos en la comunicación y el transporte, con los vínculos que posibilita la era digital, progresa como nunca hasta el presente.-
(Revista ÉXODO, Nº 114)

lunes, 10 de septiembre de 2012

Mensaje del 32º Congreso de Teología

Con todos vosotros, los que seguís esperando, los que no os conformáis, los que os indignáis por este sistema injusto, con todos vosotros, las víctimas de del mismo.

MENSAJE DEL XXXII CONGRESO DE TEOLOGÍA

Del 6 al 9 de septiembre de 2012 nos hemos reunidos en Madrid cristianos y cristianas de las diferentes tradiciones eclesiales y de todos los continentes para reflexionar sobre Cristianismo, mercado y movimientos sociales, intercambiar experiencias y buscar alternativas. Queremos compartir el siguiente mensaje

1 El mercado-centrismo es la institución suprema del neoliberalismo que convierte a los seres humanos en mercancía y en piezas subalternas del sistema, identifica la justicia con el cumplimiento de la legalidad, dictada por el mercado, y reduce los derechos humanos al derecho de propiedad. El mercado genera situaciones de muerte para millones de seres humanos y para la naturaleza.

2. Vemos con especial preocupación y nos provocan indignación las consecuencias de la crisis, provocada por los poderes financieros, que castiga injustamente a los sectores más vulnerables de la sociedad en todo el mundo, y de manera especial en algunos países de Europa como Grecia, Portugal y España, donde se está produciendo un espectacular incremento de la pobreza en una sociedad con recursos suficientes para satisfacer las necesidades de la población.

3. En medio de esta situación valoramos positivamente los gestos de solidaridad de algunos miembros del clero y de la jerarquía eclesiástica, pero expresamos nuestro malestar e indignación ante el silencio de la Conferencia Episcopal Española, tan locuaz en otras ocasiones y ante otras cuestiones. La sociedad percibe dicho silencio como escándalo y complicidad con quienes han provocado la crisis. Nosotros lo consideramos insensibilidad ante la injusticia, alejamiento del mensaje liberador del Evangelio y falta de compasión con las víctimas. Creemos que tal actitud se debe a la cómoda instalación de la Iglesia institucional en una situación de privilegio. Lo que contrasta con los recortes en todos los terrenos.

4. Nosotros mismos, los participantes en este Congreso, no estamos exentos de contradicciones e incoherencias entre nuestro modo de pensar alternativo y nuestra forma de vivir acomodaticia, nuestra actitud crítica y nuestra práctica conformista; la crítica al consumo y nuestro consumismo; la opción por los pobres y nuestra falta de testimonio de pobreza.

5. La respuesta a la crisis requiere un nuevo paradigma que se traduzca en transformaciones estructurales, revolución de la subjetividad y de las conciencias, de los hábitos de vida y de las relaciones personales, bajo la guía y la prioridad de los valores éticos, presentes en todas las tradiciones religiosas, morales y espirituales, si bien con frecuencia incumplidos. Entre ellos cabe destacar: la dignidad humana frente al trato inhumano que reciben millones de seres humanos; el respeto a la vida, contra la violencia en sus diversas formas; la justicia global; la verdad, la honradez y la igualdad de género.

6. Reconocemos la importancia de los movimientos sociales, que constituyen mediaciones necesarias para transformar la realidad; son alternativa al pensamiento único y a la globalización neoliberal; recuperan valores que parecían en vías de extinción y se rebelan contra una realidad caracterizada por la explotación, la dominación y la tendencia a reducir la razón a mero cálculo. Especial significación ha reconocido el Congreso al feminismo como teoría de la emancipación y de la igualdad no clónica entre hombres y mujeres; práctica de la sororidad internacional y defensa de las reivindicaciones de las mujeres, que, con frecuencia, se ven relegadas en nombre de “intereses generales superiores”, incluso en los propios movimientos sociales.

7. No podemos instalarnos en el pesimismo y el fatalismo históricos. Existen alternativas. Por eso apoyamos y hacemos nuestras las iniciativas siguientes para salir de la crisis: creación de una asamblea constituyente, desobediencia civil, banca ética, tasa Tobin, reparto del trabajo, universalización de los servicios sociales, reconocimiento de la ciudadanía a todos los residentes en nuestro territorio, pactos de ayuda mutua sin subordinación, soberanía alimentaria, cambio en los modelos de producción, etc.

8. Como cristianas y cristianos nos comprometemos a: . Recuperar la herencia de Jesús, que se caracteriza por la opción por los excluidos y marginados, la compasión como principio de actuación y la afirmación de la autoridad de los que sufren. . Seguir el espíritu y la práctica de Jesús, que consiste en humanizar el mundo comenzando por los últimos, luchar contra el olvido de las víctimas y ponernos de su lado. . Afirmar la incompatibilidad entre Dios y el Dinero y luchar contra el Imperio del Dinero. . Practicar la resistencia al sistema desde la no violencia activa . Participar activamente en los movimientos sociales, los antiguos y los nuevos, y de manera especial en los diferentes Foros Sociales, que trabajan por “Otro Mundo Posible”, y en el movimiento de los Indignados, en cuyo horizonte se sitúa Jesús de Nazaret, Indignado con las autoridades religiosas, el patriarcado y los poderes políticos y económicos de su tiempo.

 Madrid, 9 de septiembre de 2012.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Voyager

Hoy es el 35 aniversario del envío de la Sonda espacial Voyager al espacio con información sobre el planeta tierra y el ser humano (incluso música). Hoy, por esas confluencias de la vida y sin saberlo, un amigo me ha hecho descubrir esta canción de Ismael Serrano. En ella, los marcianitos encuentran la sonda y viajan a la tierra creyendo que van a encontrar la salvación a su tristeza y a su oscuridad: "Un ser humano será quien ponga fin al dolor" Ahí va el sueño.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Carta a Amancio Ortega

"Su fortuna no es legal ni legítima ni lícita"


"Cuando tantos de sus hermanos sufren enormes calamidades, esa riqueza es un indicativo de su culpa"

Bernardo Pérez Andreo, 08 de agosto de 2012 a las 12:33. De religión digital.



- Muy estimado señor Ortega: acabamos de conocer los datos referentes a su fortuna personal a fecha de agosto de 2012. Según esos datos, usted es dueño y poseedor de la tercer mayor fortuna mundial, 38.000 millones de euros, superando al magnate Warren Buffett, aquel que dijera en 2006 que, efectivamente, estamos en una guerra de clases y su clase, los ricos, la están ganando.Y a fe que es así en España, usted es el vivo ejemplo de ello. Por tanto, no puedo felicitarle por esos datos, como cristiano tengo muy presente aquello del camello y la aguja, ¿sabe de lo que hablo? Seguro que sí, al menos en la reciente boda de su hija, mi enhorabuena por ello, leerían alguna lectura de un libro que llaman Biblia; ahí habla de usted y de sus millones, y no muy bien, sobre todo porque pone en relación sus millones con los cientos de millones de hambrientos en este planeta. Sí, sí, aunque no lo crea existe una relación entre su riqueza y la miseria de tantos de esos seres humanos que son sus hermanos o sus congéneres, como prefiera. Por todo esto he querido escribirle esta carta, en parte para avisarle, en parte para ayudarle. Muchos piensan que su fortuna es legal, legítima y lícita, pero usted sabe muy bien cómo la obtiene y por tanto sabe que eso no es así. Desde el punto de vista legal, usted cumple las leyes en los países en los que tiene la producción y venta, pero juega al límite de la legislación para intentar escapar a los requerimientos laborales y medioambientales, lo que resta legitimidad a sus beneficios. Si su producción está ubicada en países de dudosa aplicación de la ley, es seguro que lo hace para beneficiarse de esa ambigüedad legal. Hemos sabido por la prensa que en Marruecos trabajan para usted las mujeres por 178 euros al mes en jornadas laborales de 65 horas semanales y que las adolescentes cobran la mitad por ese trabajo. Si en Marruecos el salario mínimo interprofesional, que no el salario medio, es de 10,14 dirham la hora y trabajan 280 horas al mes, el sueldo debería ser de casi 3.000 dirham, es decir, casi 300 euros, y eso para cobrar el salario mínimo. Por tanto, su fortuna no es legal, pero tampoco legítima. La ingenieria financiera, las desgravaciones fiscales y otras exenciones, le permiten tener un nivel impositivo menor que sus propios trabajadores, como el mismo Soros reconocía el año pasado. Si usted ha incrementado este año sus beneficios en 12.000 millones, el Estado debería percibir 3.000 millones en impuestos y se podría realizar una distribución de esa riqueza generada, pero el sistema de evasión fiscal que impera en España, especialmente, le permite evadir la obligación impositiva nacional. Si lo piensa bien, esto va contra su empresa. El Estado necesita de esos recursos para formar a sus futuros trabajadores, ¿o es que pone usted las escuelas, institutos y universidades donde se forman? Con ese dinero, el Estado sana a sus trabajadores presentes y futuros, a sus familias y a usted mismo, ¿o es que pone usted los centros de salud y los hospitales? Con ese dinero, el Estado cuida de sus ciudadanos, de su seguridad pública y legal, ¿o es que pone usted a los jueces, a los policías, a los bomberos y a los equipos de protección civil?Con ese dinero, el Estado se ocupa de la protección del medio, tan importante para que la gente pueda vivir con dignidad y disfrutar de lo que le rodea. Todo eso que el Estado hace por usted le permite vender sus productos con la seguridad de ser comprados, obtener sus beneficios con la seguridad de no ser expropiados, defender sus propiedades con la seguridad de la imparcialidad de la ley. Pero, imagine por un momento que el Estado dejara de percibir sus impuestos, y los de todos los que son como usted. Las personas dejarían de tener la formación necesaria y suficiente para trabajar en sus empresas, al menos en España; no tendrían la suficiente salud, ni la seguridad siquiera para salir de sus casas, caso de que no las hayan perdido. Si el Estado se hunde,usted debe abandonar el país, y por la misma lógica el mundo entero se convertiría en una jungla sin normas donde, como dijera Smith, los negocios no podrían prosperar. Si esto no fuera suficiente, creo y usted también lo sabe en su fuero interno, que su riqueza no es lícita. Cuando tantos de sus hermanos o congéneres sufren enormes calamidades, esa riqueza es un indicativo de su culpa. Con 38.000 millones de euros, según la ONU, se acaba con el hambre en el mundo. Sí, sé que es algo demagógico decir esto, pero ¿acaso no es inmoral saber eso y no hacer nada? Usted puede tomar decisiones que apenas afectan a su riqueza actual y que mejoran las condiciones de vida en el mundo: puede mejorar las condiciones laborales en los países en desarrollo (!) donde tiene su producción. Podría aplicar allí las condiciones legales de aquí, con lo que avanzaríamos hacia una verdadera integración mundial al alza en las condiciones laborales. Al ser su empresa una de las mayores explotadoras, podría obligar con ese cambio a las otras y mejorar la vida de mucha gente. También podría crear una cierta cultura de la solidaridad entre los de su clase respecto al Estado, al menos aunque sea por motivos egoístas como los expuestos arriba. Y puede, claro que sí, dedicar su fortuna, como todas fruto del latrocinio, para aliviar el sufrimiento de tantos y tantos millones de seres humanos que no tienen casi esperanza. Muy estimado señor Ortega, sé que no hará nada de esto y lo sé por lo mismo que usted lo sabe: está atrapado en la falacia de un sistema social, político y económico que le impide ver con los ojos adecuados lo que está sucediendo. Usted sabe muy bien que no se puede crear una fortuna como la suya legal, legítima y lícitamente. Sea porque actúa con justicia y da a cada uno lo suyo; sea porque actúa con inteligencia, creando las condiciones de posibilidad de sus negocios; sea porque actúa con caridad, compartiendo con los demás los frutos de su esfuerzo, la riqueza como tal no existiría y usted no sería el dueño de la tercera mayor fortuna del mundo. Sin más que decirle, reciba mi más profunda compasión ante su profunda ceguera moral, le tengo en mis oraciones, por lo del camello y la aguja. Vale.

martes, 7 de agosto de 2012

Orgullo Gay

De la pastoralsj

Orgullo gay.

Hay quien lo aplaude y quien lo detesta. Hay quien considera que un desfile como el que suele recorrer las calles de algunas capitales, es una horterada que ayuda poco a legitimar a los homosexuales. Hay quien, en cambio, defiende que es una forma de gritar con rebeldía y descaro contra la represión que tuvieron que sufrir durante mucho tiempo y que, aún hoy, hace que muchos hombres y mujeres vivan su orientación a escondidas por miedo al rechazo. (Sí, hoy en día, también). Lo que parece claro es que, al margen de desfiles o “días de…” lo que subyace es la intención de reivindicar una causa. En este caso, la integración e igualdad de los homosexuales. Es importante separar formas y fondos. La forma de esa reivindicación – el desfile, su buen o mal gusto y si es eficaz o contraproducente- es opinable. El fondo, el respeto a cada persona en su diferencia y su situación, debería ser indiscutible. En ámbitos eclesiales necesitamos, ya, decir una palabra distinta. Salir de las eternas discusiones que pivotan en torno a un término pero terminan evitando ir a la verdadera cuestión: Hay personas homosexuales. No lo han elegido. Tampoco quieren vivir avergonzados por ello. Y sienten que la doctrina católica es insuficiente al no plantearles otra opción que un celibato que, si no se vive como vocación, niega algo de lo fundamental de las personas. No se sienten mejores, ni peores. De hecho, no son ante todo “homosexuales”. Son Javier, Ana, Enrique, Elena, Antonio… Unos son promiscuos, otros no. Unos son frívolos, otros no. Unos son creyentes, otros no. (Como los heterosexuales). Solo que resulta que ellos, entre otras cosas, viven atraídos hacia personas de su mismo sexo. Hay muchas personas y grupos en la Iglesia que ya han sido capaces de dar ese paso hacia la acogida, el respeto, la comprensión y la igualdad. Pero se va haciendo necesario, de veras, que la Iglesia dé un paso más para abrazar, también desde el magisterio, cada historia, cada realidad, a cada persona, en su unicidad. Con el amor incondicional de quien a todos ama sin distinción.

Ender

miércoles, 4 de julio de 2012

Cinema paradiso- Fine

Delicioso final para una deliciosa película.

domingo, 17 de junio de 2012

Nature boy



There was a boy
a very strange enchanted boy
they say he wandered very far, very far over land and sea
a little shy and sad of eye but very wise was he
And then one day
 a magic day he passed my way
and while we spoke of many things
fools and kings this he said to me
"the greatest thing you'll ever learn is just to love and be loved in return"
"the greatest thing you'll ever learn is just to love and be loved in return"

domingo, 3 de junio de 2012

Donde se cuecen las habas



Quizás... quien sabe. En este batiburrillo de sensaciones, en este sentimiento de perder el rumbo, el norte, y sobre todo el sur, de creer que de nuevo tengo que encontrar mi lugar en el mundo... quien sabe si sólo un fin de semana puede dar sentido a un año de incertidumbre, de sufrimiento, de búsqueda, o mejor... de no buscar nada. De nuevo estuve en el lugar "donde se cuecen las habas". Con trabajo, dejándome llevar a borbotones por esta apática vagueza que estos tiempos me subyuga...  al final me marché con los jóvenes a procurarnos vivir la experiencia del encuentro con gente con sus pies en la tierra de verdad. Aunque sea la tierra que no los quiere allí, aunque sea la tierra que quieren dejar a costa de lo que sea incluso de su misma vida. Y es que en Ceuta siempre ocurren cosas. El corazón se encoge en sístoles para que su diástoles lo agrande. A lo mejor mi lugar en el mundo este año era propiciar experiencias, un año aparentemente infértil, que en mi desazón por dejar huella, me dejó "mal sabor de boca por mi ineficacia". Mal sabor de boca simplemente por haber pasado de sopetón  del rol de la consideración y la admiración al del último puesto en el ranking. Esto cuesta a los que como yo buscamos el beso para respirar.
Pero lo más importante de este texto mal escrito era reseñar la vida que se mueve en los lugares de muerte de frontera con el sur más sur. O quizás contar la vida que nos traemos los que allí nos acercamos de vez en cuando. Un aplauso de nuevo a los chicos y chicas de la esperanza que cruzan vayas de cuchillas y de malas intenciones provocadas por el miedo, la insensatez y la ignorancia. Un brindis por sus historias contadas con detalle y con pasión. Por sus sonrisas, su música, su esperanza, su arrojo... que nos descolocan y hace que nuestra queja continua sea arena movediza. Un hurra por los que allí siguen creyendo que lo mejor del ser humano es el contacto, el camino juntos, la casa abierta, el mirar a los ojos, el canto común, ...por los que ayudaron a propiciar la experiencia. El núcleo, el meollo, el "lugar" sigue siendo la acogida. Por aquí sigue soplando la vida y su Espíritu. Y eso toca en mí esa fibra adormilada. De momento se me ha dado la maravillosa oportunidad de ver la emoción de estas chicas y chicos en sus rostros. De momento, cuando pasa la espuma adolescente, me tocará observar, seguir interpelando,... quien sabe si de nuevo en la fragilidad pasan cosas. La de ahora se hace muy patente. Quizás de ahí brote de nuevo el sentido.


viernes, 11 de mayo de 2012

La Alameda

Dedicado a uno de mis lugares en el mundo. Vente conmigo a pasear a la alameda. Allí comenzaremos la revolución.

viernes, 4 de mayo de 2012

A pesar de la epidermis

Quisiera hacer un alegato a una sexualidad más colorista, creativa, completa... no reducida a la genitalidad. Incluso a costa de este momento necesario para liberarse de lastres moralizantes del pasado y de que en mi propio proceso personal quizás ahora sea consentida una etapa más pulsional, por eso de la ley del péndulo. A pesar de ello y después de alguna experiencia reciente, sigo apostando por esa atmósfera envolvente que te da una mirada, una sonrisa, una forma concreta de entonar las palabras, de respirar, de suspirar. Sentirme reducido a unos genitales siento que me ofende y ya no sólo por la propia autoestima siempre a la espectativa, sino porque interpreto que lo esencial de mí no está en mi pene o que él, incluso en el sexo, teniendo una función elemental, no es lo único que forma parte de todo esto. Por un lado, reducir el sexo a la penetración hace que te pierdas la cantidad de matices que lo vitalizan y lo llenan de riqueza. La piel en general, cada centímetro de ella, el olor, el sabor, los roces, suaves y convulsos, los besos y toda su creatividad líquida, millones de ellos... A todo ello y por otro lado, da paso aquello a lo que me refería más arriba, sobre la importancia de todo lo que puede envolver a esto: el nerviosismo de quedar por primera vez con la persona, el acercamiento, la primera sonrisa sólo por cortesía. La charla fluida o cortada, sutil y capciosa para rescatar aquello que no se conoce. El lenguaje erotizado, no soez pero sí con cierta picardía, para ir, por un lado, viendo si hay sintonía y por otro para ir creándola. Pensando en esto, y aquí aludo a mi propia biografía sexual, diferente del cualquier otra, podría decir que no pasa nada si no hay penetración, que en el camino hay placer y quizás sea el más interesante. En estos tiempos nuestros en los que todo se intrumentaliza y se reduce en el ser humano, habría que decir que también lo hacemos en el campo de la sexualidad haciendo esto que nos perdamos la variedad de matices de la persona humana. Me niego a ello. En fin quizás esto me lo diga a mí mismo, porque nadie me hizo experto en estos temas.

Cadena de favores o efecto mariposa.

Creo en esta energía que fluye en el mundo. Estas son las noticias que no salen en los diarios, las pequeñas, las que hacen que siga mereciendo la pena la vida, las que acabarán triunfando sobre todo lo oscuro.
 

domingo, 22 de abril de 2012

Quédate a mi lado

Quédate a mi lado. Siempre estuve seguro de que la música rompía las barreras, estrechaba los lazos, conectaba...La música que hace girar el mundo.

sábado, 21 de abril de 2012

Lucha de gigantes

En un mundo descomunal,
siento mi fragilidad.
Me da miedo la enormidad
donde nadie escucha mi voz.


viernes, 20 de abril de 2012

La homosexualidad hoy

Aunque creo que se queda corto e incompleto, como que sabe a poco, os dejo este artículo de Benjamín Forcano para iluminar algo más esta realidad.

Son muchos los que todavía —incluyendo políticos y obispos— condenan la homosexualidad. Por el cargo y responsabilidad que ejercen debieran hablar bien informados sobre el enfoque y valoración que hoy se da a la homosexualidad. En Occidente la homosexualidad ha recibido una valoración muy variada. El doctor John Boswell en su libro Las bodas de la semejanza documenta cómo en la Iglesia católica del siglo VI al XII existía como normal la celebración litúrgica de parejas homosexuales, según ritos y oraciones propias, presididas por un sacerdote. Es a partir del siglo XIII, que la homosexualidad va revistiendo un carácter de vicio horrible (pecado nefandum= innombrable), tan horrible que lo de innombrable no se aplica a otros hechos más graves: Asesinato, matricidio, abuso de menores, incesto, canibalismo, genocidio e incluso deicidio son mencionables. ¿Por qué este horror que convierte la homosexualidad en el peor de los pecados? Es también muy común la opinión de que se elaboró una construcción bíblico-teológica moral justificatoria de la gravedad de este pecado, hoy demostrada como precientífica y opuesta al contexto y sentido de los textos bíblicos y que la dejan desprovista de este tipo de argumentos para condenarla. Son de consenso generalizado las conclusiones científicas de que: “Ni desde la medicina, la psicología, la pedagogía, ni con medidas sociales o legales, ha sido posible cambiar la orientación sexual, aunque intentos no han faltado” (Juan L. T. Herreros, Aproximación a la realidad homosexual). Los estudios más diversos confluyen en la tesis de no poder calificar la homosexualidad como enfermedad, desviación psicosomática o perversión sexual. La orientación homosexual no afecta a la sanidad mental ni al recto comportamiento en el grupo social. En razón de ello, la OMS ha suprimido la homosexualidad de la relación de enfermedades. Y el Consejo de Europa insta a los gobiernos a suprimir cualquier tipo de discriminación en razón de la tendencia sexual. Finalmente, teológicamente hablando, es bien fundada la posición de quienes sostienen que la sexualidad humana no tiene como modelo natural exclusivo la heterosexualidad —ese es un presupuesto no probado— sino que se da también la homosexualidad como una variante natural legítima, minoritaria.— Benjamín Forcano.

miércoles, 11 de abril de 2012

Dios y sus cosas

Esta mujer, nunca me cayó demasiado bien, sobre todo por prestarse el circo mediático de ciertos programas y caer en la moda de la descalificación y el griterío propio de ellos. Pero me ha gustado este artículo y por eso os lo dejo. La respuesta de González Faus lo completa y lo hace más interesante.

DIOS Y SUS COSAS (Un texto de Pilar Rahola) Dios y sus cosas, o más bien las cosas de aquellos que creen en Dios. En días como hoy, y más allá de gozar del tiempo festivo robado a la agenda, siempre recalo en la idea de la trascendencia divina. Y no tanto como una interrogación personal, porque hace años que descarté llenar con respuestas prefabricadas mis preguntas más hirientes. Prefiero militar en la duda, esa duda que aterriza en los miedos y en las soledades y que no da opción a ningún bálsamo. Ciertamente, como he escrito en alguna otra ocasión, creer en Dios significa vivir y morir más acompañado. No es mi caso, porque, aunque me esforzara en aceptar algún tipo de dogma, siempre sabría que me estoy haciendo trampas al solitario. Los habitantes de la duda permanente nos llevamos mal con la fe y con sus intangibles. Pero con independencia de la actitud personal hacia el concepto de Dios, estos días me parecen especialmente bellos para los que gozan de una fe sincera. Gentes que han construido grandes edificios de buenas acciones, porque creer los ha hecho más nobles y más humanos. Gentes que cuando rezan, aman, y amando dan algo de luz a los rincones sombríos del mundo. Va para ellos este artículo, cuya incapacidad para entender a Dios no lo inutiliza para entender a los creyentes. Hace tiempo leí una reflexión de Bertrand Russell que me pareció sublime: “Si Dios existe, no será tan vanidoso como para castigar a quienes no creen en él”. Toda idea de la trascendencia espiritual reconvertida en tortura, dolor, infierno y cualquier sentido de culpa me parece tan tortuosa como incomprensible. No puedo entender de ningún modo ese tipo de fe que concibe un Dios castigador y punitivo, sin otra piedad que la exigencia de su dominio. Y reconozco que no me gusta la exhibición de martirio de los pasos de Semana Santa, quizás porque prefiero el Dios que renace el domingo que el que muere el viernes. La vida sobre la muerte. Pero con el Dios de las monjas de mi infancia, que enseñaba a amar al prójimo y dibujaba con renglones caritativos las líneas de la vida, con ese Dios me tuteo sin creer. Porque es la fuente de inspiración de gentes extraordinarias. Va por todos ellos. Los que creen en los dioses de la vida y no en los de la muerte. Los que aprenden a entender a los demás, cuando aprenden a creer. Los que buscan respuestas sin imponer dogmas. Los que conciben sus creencias como una fuente de tolerancia. Los que ayudan a su prójimo porque lo conciben como su hermano. Los que gracias a Dios encuentran tiempo para construirse interiormente. Los que buscan dotar de trascendencia su paso por el mundo. Los que entienden que creer en Dios es creer en la ciencia. Los que tienen respuestas pero siguen haciéndose preguntas. Los que rezan porque aman. Para todos ellos, los creyentes del Dios del amor, feliz domingo de Resurrección. ***** CARTA A PILAR RAHOLA (de José Ignacio González Faus) Querida Pilar: quisiera darte las gracias por la columna del día de Pascua sobre “Dios y sus cosas”: por tocar el tema con seriedad y respeto, único modo digno tanto para creyentes como no creyentes. ¿Me permites añadir algo sobre "las cosas de Dios", para ti y todos los habitantes de la duda? Ahí van cuatro reflexiones de creyentes que, para un cristiano, son decisivas. Allá por los tiempos de Jesús se cuenta de un rabino que perdió la fe, con el comprensible escándalo social en una sociedad cerrada. Pero otro maestro comentó sobre él: "Dichoso el rabino X porque podrá practicar el bien sin esperar recompensa". Es la lección (y casi la envidia) que desde hace años me dais muchos de vosotros. Jesús dijo también que no es el que dice "Señor, Señor" el que entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad del Padre. Y he visto que algunos no creyentes cumplís la voluntad de Dios mejor que muchos de nosotros. Además, un gran profeta del catolicismo del siglo pasado (Emmanuel. Mounier, fundador de la revista “Esprit”) escribió que, en el futuro, los hombres no se distinguirán por la postura que tomen ante el tema de Dios sino por la que tomen antes los condenados de la tierra. Y, en la misma línea, esa impresionante conversa que prefirió quedarse fuera (Simone Weil) dejó escrito: "No es por la forma en que un hombre habla de Dios, sino por la forma en que habla de las cosas terrenas como se puede discernir si su alma ha permanecido en el fuego del amor de Dios". Todos esos testimonios apuntan hacia una línea en la que deberíamos encontrarnos mucho más, y que, para un cristiano, se fundamenta en las palabras de otro gran profeta mártir de Adolf Hitler (el pastor Dietrich Bonhoeffer): el Dios que se revela en Jesús, es "lo opuesto de todo lo que el hombre religioso espera de Dios". Cuesta tragarlo pero es así. Porque en Jesucristo, Dios no se ha revelado como "todopoderoso" sino como aquél que, en su relación con nosotros, renuncia a su poder para identificarse con la debilidad que somos y con las víctimas que producimos. Un Dios inútil como objeto de consumo pero buena noticia como horizonte y fuerza de vida. Desde aquí puedo decirte que no te preocupes si no puedes creer. Conozco muchas gentes como tú. Pero los cristianos proclamamos eso de "la comunión de los santos" que significa que todo lo de Dios es común y que, por eso, es tarea nuestra creer por (y para) los que no creen y esperar por (y para) los que no esperan, si vosotros intentáis amar incluso a los que no aman. Quizá puedas entender ahora por qué hace ya muchos años, en uno de mis primeros escritos, comenté unos versos de Atahualpa Yupanki. Son estos: "Hay cosas en este mundo / más importantes que Dios / que un hombre no escupa sangre / pa que otros vivan mejor". Y los comenté de esta manera: para quien cree en Jesús no es el ser humano quien dicta esta estrofa; es Dios mismo quien nos hace saber que, para él, hay cosas más importantes que el que los hombres se ocupen de Dios, a saber: que no tengan unos que escupir sangre para que otros puedan vivir mejor (quizá también más piadosamente). Eso mismo, con otras palabras, podrás encontrarlo en textos de hace muchos siglos, como la primera carta del apóstol Juan, y varias páginas de san Agustín. Luego de esto hemos de ser perdonados de muchas incoherencias, bien lo sabemos. Un saludo y gracias por haber devuelto dignidad al tema. ***** Pilar Rahola, periodista y política. Se declara no creyente y, en la pasada Pascua escribió la columna periodística que se transcrito en el primer texto. El segundo texto es de José Ignacio González Faus, jesuita y uno de los más reconocidos teólogos españoles. Como veréis, se trata de una respuesta al anterior. .