martes, 29 de diciembre de 2009

Nana de la patera

... Y si hoy buscáramos a Jesús Niño?... Los nuevos belenes de nuestros tiempos.



¿Podría ésta ser la canción que la canta la madre a su hijo? Ya que estamos en tiempos de soñar, soñemos una vez más:



Nana de la patera


A la nanita nana
duérmete, cielo,
la patera es chiquita
grandes los sueños…


Que Jesús y María también se fueron,
huyendo de un Herodes
al extranjero,
huyendo de un Herodes
el Dios eterno…,

Nosotros por el hambre,
Él por el miedo,
nosotros en patera,
Él en jumento…

Tu papá va remando
y yo te velo,
los Herodes y el hambre
quedaron lejos…,

Que se duerme mi niño,
se está durmiendo,
que lo arrullen la luna
y los luceros,
que se callen las olas,
que calle el viento…

Cuando lleguemos, niño,
cuando lleguemos
comerás pan de trigo
y hasta cordero…,

Que es Navidad, mi vida,
y el Dios del cielo
sólo quiere una cosa:
que nos amemos…,

Que Jesús y María
también se fueron,
huyendo de un Herodes
al extranjero…,

A la nanita, nana,
duérmete, cielo

José María Valverde

Una vez más

Una vez más tengo que volver la mirada a aquellos que saben ver, escuchar, sentir con los sentidos del corazón; para dejarme contagiar por ellos, que son capaces de reconocer, en medio de tanta oscuridad como nos envuelve, una señal. Con ellos aprenderé a admitir, una vez más, que hay significado, respuestas, futuros y, por todo ello, esperanza.
Os deseo a todos esa mirada que traspasa lo puramente aparente, ya sea malo (paro, persecución, marginación, explotación, crisis, hambre...) o "bueno" (gastos, regalos, viajes, centros comerciales, comilonas...) y encuentra, en lo que pasa desapercido, el milagro de la vida que continúa, el milagro de la predilección de un Dios por lo pequeño y los pequeños.

Días cargados de miradas entrañables y encuentros en lo sencillo. Días de felicidad serena. Y un año más solidario y fraterno, menos mirándonos los propios ombligos y más descubriendo el mensaje escondido en los ojos de los otros y en sus gestos. Días de acogida, de mesas compartidas, de la riqueza de lo distinto, de aventura por la lucha por la justicia...
Besos y abrazos

jueves, 10 de diciembre de 2009

Salir corriendo

... pero, para alcanzar la línea del horizonte. Una carta de una amiga me ha recordado esta canción, y como hacía tiempo que no escuchábamos música, aquí, dedicado a ella y a todas las mujeres con infinita capacidad para amar y ser amadas.


jueves, 3 de diciembre de 2009

¿A qué estáis esperando?

Ya Bernard Häring, uno de los Padres conciliares del Vaticano II, escribió algo de esto. Yo me adhiero a casi todo, matizaría algunas cosas, le preguntaría a Jairo del Agua sobre otras. Pero en general me parece un artículo profético. Ojalá muchos obispos pudieran leerlo.


¿A QUÉ ESTÁIS ESPERANDO?
Meditación de adviento sólo para Obispos

ECLESALIA, 30/11/09.- ¿Qué os ha ocurrido queridos hermanos Obispos? ¿Quién os ha cerrado los ojos? ¿Cómo no oís el clamor de este Pueblo que busca guías fieles y ejemplos evangélicos?
¿Habéis olvidado vuestros días de fervor? Os imagino orando con fe reventona, con el clamor del Evangelio en las entrañas, con el amor al Pueblo de Dios apretado a la cintura hasta confundirse con vuestra propia carne.
¿Qué pasa cuando os nombran Obispos? ¿Qué cambia en vuestro interior? ¿Por qué os dejáis uncir como silentes bueyes a la uniformidad, al paso lento, al pensamiento único, a los arcaicos signos y estructuras? Eso no es unidad, hermanos míos, eso es claudicación ante la permanente llamada del Espíritu renovador. ¿No sois vosotros los adalides del Evangelio? Pues deberíais ser los primeros en reflejar el permanente dinamismo de la vida: "He venido para que tengan vida y la tengan abundante" (Jn 10,10).
Sin embargo, os percibimos atrincherados e inmovilizados bajo el incienso de vuestros turiferarios. ¿Os habéis fijado -por ejemplo- en quiénes conforman vuestros Consejos? Con los laicos contáis poco, pero los que escogéis son siempre los bailadores del incensario. No toleráis los distintos, críticos, disconformes, heridos, perdidos o buscadores. Habéis borrado de vuestro particular evangelio a los "zaqueos", "magdalenas", "mateos", "leprosos", "paralíticos", "cananeas", "adúlteras", "bartimeos", "samaritanos" y demás gente sospechosa. Os encanta rodearos de doctores, escribas y fariseos. Por supuesto, la oveja perdida ya falleció de cansancio, desorientación y hambre, hace mucho tiempo. "Porque voy a poner en este país a un pastor insensato, que no se preocupará de la oveja perdida, ni buscará la que anda descarriada, ni curará a la herida, ni alimentará a las sanas; sino que comerá la carne de las más gordas y no dejará ni las pezuñas" (Zac 11,16). Podría seguir con Ezequiel 34, pero de sobra lo conocéis. La Escritura debería, al menos, cuestionaros.
Hoy sólo quiero invitaros a meditar sobre vuestros signos, vuestra apariencia, vuestra imagen ante nosotros y ante el mundo. Bajo la pesada losa de la uniformidad e inmovilismo canónicos os amancebáis con la pompa, el lujo, la púrpura, el boato y la profanidad. ¿Os sentís cómodos con vuestras coronas, cetros y tronos? Un sirviente no necesita ostentosa corona. No es propio, no es adecuado, no es digno. Su entrega, su servicio y su sudor son su auténtica diadema. Un pastor bueno escucha, conoce y camina sencillamente entre sus ovejas: "Conozco a mis ovejas y ellas me conocen" (Jn 10,14). No se ciñe picuda corona, ni se fabrica relucientes cetros, sino que apoya su cansancio en un palo, que eso es un cayado.
Si queréis ser guías, mostrad con vuestro ejemplo la luz del Evangelio. No os endioséis en tronos y sitiales que nos confunden y abochornan. No aceptéis palio, baldaquino o dosel para ensalzar vuestra dignidad, porque nada de eso necesitáis para vuestra misión. Es muy difícil percibiros como apóstoles porque no sólo habéis caído en la ambición de vuestra carrera eclesiástica: "uno a tu derecha y otro a tu izquierda" (Mt 20,21), sino que os habéis subido al mismísimo trono divino con la escusa de que sois sus representantes, sus vicarios, sus apoderados, sus mediadores, su autoridad. Vuestros signos no son los del Señor: "El más pequeño de vosotros ése es el más importante" (Lc 9,48). "Ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón" (Mt 10,10). ¿Cómo podremos reconoceros con tanto disfraz?
¡Rechazad toda apariencia de poder! ¡No os es lícito convivir con esa concubina del encumbramiento, el fasto y oropel! Vuestra legítima esposa es la Iglesia, este Pueblo fiel que os busca y os ama a pesar de todo… Buscad los signos del Señor: "Sabéis que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las oprimen con su poderío. No será así entre vosotros, sino que, si alguno de vosotros quiere ser grande, sea vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, que sea el servidor de todos" (Mt 20,25).
¿Cómo podéis haceros llamar Santidad o Santo Padre? ¿Por qué no os habéis conformado con el "servus servorum"? ¿No sois vosotros los especialistas en Escritura? Sus palabras son nítidas y transparentes:
- "Sólo Dios es Santo" (Mt 19,17).
- "Tú eres el único Santo" (Ap 15,4).
- "Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo darás culto" (Mt 4,10).
- "No a nosotros, Señor, no a nosotros sino a tu nombre da la gloria" (Sal 115).
- "Pero vosotros no os dejéis llamar maestro, porque uno es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos. A nadie en la tierra llaméis padre, porque uno solo es vuestro Padre, el celestial. Ni os dejéis llamar preceptores, porque uno solo es vuestro preceptor: el Mesías. El más grande de vosotros que sea vuestro servidor. Pues el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado" (Mt 23,8).
Y lo cantamos a voz en cuello: "Sólo Tú eres Santo, sólo Tú Señor, solo Tú Altísimo Jesucristo" (Gloria).
¿Cómo podéis haceros llamar “monseñor”, mi señor? Me aterra la lucidez que os ha sorbido esa aduladora vanagloria con la que vivís. "¡No os es lícito!" (Mt 14,4). Me duele hasta el hondón del alma la ceguera a la que os ha reducido. Camináis ciegos y sordos bajo vuestras ilustrísimas, excelentísimas, reverendísimas y eminentísimas contradicciones. Cuanto más os encumbráis más lejos estáis de este Pueblo y de su Dios. Habéis sido nombrados servidores para ayudar, no para vuestro propio medro y prestigio. "¿Cómo podéis creer, si sólo buscáis honores los unos de los otros, y no buscáis el honor que viene del Dios único?" (Jn 5,44).
Os vestís afeminadamente con llamativos colores, sedas, rasos, encajes y borlas. No me refiero a los ornamentos eucarísticos, que prestan un servicio cara al Pueblo, sino a los que usáis para vuestra pompa personal. Os encofráis la cabeza con arcaicos perifollos y os significáis bajo teatrales capas. Os ceñís fajines de generales y nobles, aceptáis reverencias ante vuestra pobre humanidad y no dais un paso sin vuestro maestro de ceremonias. ¿Es propia del reino de Dios tanta farándula? "Guardaos de los maestros de la ley, a los que les gusta pasearse con vestidos ostentosos, ser saludados en las plazas, ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes" (Mc 12,38).
Os colgáis preciosos pectorales, como insignias o condecoraciones, pretendiendo que signifiquen vuestro cristianismo. ¿Se os ha olvidado cómo era la Cruz del martirio del Señor? ¡Madera de la más basta! ¿Por qué no vemos sobre vuestro pecho -y no sobre hartas barrigas- una sencilla cruz de madera con la silueta del Crucificado grabada a fuego? Eso sí lo entenderíamos. ¿Es poco para vosotros? ¿Tan cogidos os tiene la pecadora ostentación? Qué buen ejemplo daríais a muchos católicos que pervierten la cruz en presuntuosa joya de lujo; a muchas religiosas que trocaron la cruz por inexpresivos colgantes; a muchos sacerdotes que, abandonando todo signo de su misión, se ocultan bajo mundanas corbatas o se aderezan con anillos y pendientes. De tal palo, tal astilla.
Vuestras manos han sido consagradas para bendecir, ayudar, perdonar y guiar. Pero vosotros las habéis paganizado con grandes anillos. ¿No os importa nada escandalizar? "Al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le ataran al cuello una rueda de molino y lo tiraran al mar" (Mc 9,42). "Hacen todas sus obras para que los vean los demás. Ensanchan sus filacterias y alargan los flecos del manto" (Mt 23,5). "¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que cerráis el reino de Dios a los hombres! ¡No entráis vosotros ni dejáis entrar a los que quieren!" (Mt 23,13).
Por si todo eso fuera poco habitáis en palacios, usáis blasones nobiliarios, os hacéis pintar grandes retratos para memoria de los años venideros. ¿Memoria de qué? ¿De vuestro amancebamiento con el poder, el lujo, la fama, la imagen, la ostentación y la vanidad del mundo? "Por los frutos les conoceréis" (Mt 7,16). Habéis elegido, como signos de vuestra dignidad, la exhibición de vuestra indignidad cristiana porque os habéis rodeado de signos paganos. ¿No es eso lo que se aprecia, a simple vista, sólo con observar cómo os presentáis ante la Iglesia? "Vosotros sois los que os las dais de intachables ante la gente, pero Dios os conoce por dentro, y ese encumbrarse entre los hombres le repugna a Dios" (Lc 16,15).
Me duele tener que deciros todo esto. Siento una terrible vergüenza porque un pecador no es el indicado. Pero no tengo más remedio que expulsar esta profecía que me lleva corroyendo las entrañas mucho, muchísimo tiempo… ¡Daría por vosotros la vida! Pero no puedo silenciar la contaminación mundana que os rodea. Sé que en los últimos años os habéis simplificado, pero "os falta un largo camino" (1Re 19,7). Sé que sois "creyentes", algunos incluso "fervorosos creyentes", pero no resultáis "creíbles" porque os falta coherencia. "Como cristiano que soy, digo la verdad, no miento. Mi conciencia, bajo la acción del Espíritu Santo, me asegura que digo la verdad. Tengo una tristeza inmensa y un profundo y continuo dolor" (Rom 9,1).
Tengo la esperanza de que, alguna vez, cuando os arrodilléis a orar ante una talla del Crucificado, os fijéis bien en el vestido que arropa su dignidad, en los rubíes que adornan sus manos, en su corona de Rey, en la magnífica sede magisterial desde la que enseña. Espero, tengo la esperanza, de que esa visión sea el comienzo de vuestra liberación.
Hoy os ruego que meditéis sólo sobre vuestros signos externos, lo que se ve, lo que os desprestigia y os ata. No me siento con fuerza para hablar de vuestro autoritarismo o de vuestra afición a arrancar supuestas cizañas sin esperar a la siega, en contra del mandato evangélico: "¡No! No sea que al recoger la cizaña, arranquéis con ella el trigo" (Mt 13,29). Tampoco quiero extenderme con vuestro protagonismo, con vuestra creencia de que sois los garantes de la Iglesia, es más, de que sois "La Iglesia". ¿Se os olvidó que quien dirige y garantiza es el Espíritu Santo? ¿Por qué no lo veis caminando entre el Pueblo?
Habéis institucionalizado vuestros escándalos, por eso no los veis. Todo lo justificáis bajo un burdo disfraz: la sacralización. Esa capacidad que os arrogáis para convertir en sagrado lo profano o inmoral. Habéis llegado a sacralizar y santificar el oro, la plata, las joyas, las piedras preciosas, el arte profano, es decir, la riqueza mundana. Convertís el oro en “oro del templo” y todos justificados. Habéis promocionado su uso, acumulación y exhibición como signos de religiosidad. Coronáis y enjoyáis imágenes, construís riquísimas custodias, coleccionáis valiosos cálices, copas, relicarios, etc. ¿De verdad creéis que el Señor se encuentra cómodo entre tanta brillante riqueza?
Decís: "para el culto a Dios lo mejor, lo más valioso". ¿De verdad pensáis que lo más valioso es la riqueza material? ¿Qué haremos entonces los que, como vuestros predecesores Pedro y Juan, "no tenemos oro ni plata" (He 3,6)?
Habéis sustituido los "novillos cebados" por lujos y objetos preciosos. ¿Eso le agrada al Señor? "Si alguien quisiera comprar el amor con todas las riquezas de su casa, se haría despreciable" (Cant 8,7). ¿Se os olvidó que el verdadero culto a Dios está unido a la misericordia? "Cuando lo hicisteis con alguno de éstos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis" (Mt 25,40). "Porque yo quiero amor, no sacrificios; conocimiento de Dios, y no holocaustos" (Os 6,6).
Incluso habéis creado museos para exhibir la historia de vuestras riquezas, algunas muy antiguas, como antigua es vuestra ceguera. El otro día me hirió de repente una visión aberrante: un famoso Nazareno con corona de espinas… ¡de oro! ¡Qué corrupción tan infame de la religión!
- "Si me ofrecéis holocaustos y ofrendas, no los aceptaré; no me digno mirar el sacrificio de vuestros novillos cebados… Quiero que el derecho fluya como el agua y la justicia como torrente perenne" (Am 5,22).
- "Escuchad mi voz, y yo seré entonces vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo; seguid cabalmente el camino que os he prescrito para vuestra felicidad" (Jr 7,22).
- "Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están apolillados. Vuestro oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre será testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego" (Sant 5,2).
Mientras tanto, muchos hermanos nuestros suplican medicinas, pan, escuelas, iglesias, catequesis, tantas y tantas cosas muchísimo más importantes que la riqueza que atesoráis en museos y sacristías. "No atesoréis en la tierra, donde la polilla y el orín corroen y donde los ladrones socaban y roban. Atesorad, más bien, en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corroen, ni los ladrones socaban ni roban" (Mt 6,19). "Anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres… después ven y sígueme" (Mt 19,21). ¿No fue eso lo que os dijo al principio, cuando os miró y llamó con tanto amor? ¡Volved al desierto "donde os hablaré al corazón, como en los días de juventud"¡ (Os 2,16).
No es que los tiempos estén en vuestra contra, ni que haya católicos lenguaraces que os abominan. Es que vosotros mismos os habéis desprestigiado, os habéis convertido en sonrojo para los de dentro y en irrisión para los de fuera. Es que vuestro escándalo clama al cielo y el Pueblo no cesa de llorar por vosotros y por vuestra amnesia: "el dios del mundo éste les ha cegado la mente y no distinguen el resplandor de la buena noticia del Mesías glorioso, imagen de Dios. Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo, el Señor, y nosotros somos vuestros siervos por amor de Jesús" (2Cor 4,4).
¡Desnudaos, sumergíos en el Evangelio, volved al corazón de la Iglesia! "Procurad tener los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús, el cual, teniendo la naturaleza gloriosa de Dios, no consideró como codiciable tesoro el mantenerse igual a Dios, sino que se anonadó a sí mismo tomando la naturaleza de siervo, haciéndose semejante a los hombres; y, en su condición de hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz" (Fil 2,5).
Empezad por los signos y atributos, no os dejéis engañar. ¡Volved, volved y caminaremos juntos hacia la evangelización de nuestra Iglesia! No cerremos los oídos a la dulce voz: "¡Levántate, amada mía, hermosa mía, ven a Mí!" (Cant 2,10). ¡Volved y podréis vivir con gozo vuestra misión de santificar, enseñar y gobernar en medio del Pueblo!
Hace poco Benedicto XVI, citando a san Juan Leonardi, dijo textualmente: "La renovación de la Iglesia debe comenzar en quien manda y extenderse al resto". ¿A qué estáis esperando?
¡No me lo digáis! Lo sé, lo sé: "Todo tú eres pecado desde que naciste, y ¿nos enseñas a nosotros?" (Jn 9,34). ¡Tenéis razón! Por eso necesito vuestra ayuda, vuestro ejemplo, vuestro caminar delante. ¡Ayudadme, por favor, ayudadme! ¡No me dejéis cargado con mis pecados y los vuestros! (Eclesalia)

lunes, 23 de noviembre de 2009

¿Quiénes son los piratas?

Una vez más nuestro norte es sólo capaz de ver la punta del iceberg de los problemas, aquello que afecta directamente a su seguridad y a sus intereses económicos, cerrando los ojos a toda una maraña de circunstancias e injusticias de las que nuestros países tienen gran parte de culpa. Me refiero a todo lo que está pasando con los "piratas" somalíes. Quería escribir algo sobre ello, pero no voy a extenderme más porque he encontrado este magnífico artículo de otro bloguero (uno de verdad). Mejor que andar con enlaces, os lo paso enterito, tal cual, siendo de nuevo fieles a nuestro lema de "de lo que me apropies te debes apropiar". Sin dejar a un lado la alegría de las familias del atunero Alakrana que todos compartimos, pero intentando ir un poco más allá, hay que decir que de nuevo los medios de comunicación tan desleales a la verdad profunda de las cosas y al rigor y tan esclavos de la noticia fácil, de los intereses políticos, han obviado esta realidad. Aquí va el artículo.

Vamos a contextualizar la situación: Somalia es un país ubicado en el llamado Cuerno de África, al este del continente africano. Al oeste y noroeste limita con Etiopía y Yibuti, al sur con Kenia, al norte con el Golfo de Adén, y al este con el Océano Índico.
Se trata de uno de los países más pobres del mundo. El 70% de la población del país se encuentra amenazada por la hambruna, la malnutrición grave y enfermedades relacionadas con ambas, casi 6.5 millones de personas.

El 71% de la población no tiene acceso a agua potable, el 75% a saneamiento básico, la gente más cualificada ha huido del país y no se ha formado ningún médico o enfermera en los últimos 15 años. La mayoría de la población se dedica al pastoreo nómada, y la infraestructura básica se encuentra desintegrada. Tiene un clima desértico y por tanto el agua es un bien escaso, lo que hace imposible el desarrollo del sector agrícola.
Pero además, en los últimos años, un cóctel de factores, incluidos las sucesivas sequías, los conflictos étnicos y la pobreza crónica, ha situado a una población estimada de entre 9 y 13 millones de personas en situación de necesitar de forma urgente ayuda humanitaria.
Esta situación se ha agravado con la escalada de los precios de los alimentos, añade la organización Oxfam (julio de 2008). "El coste de la comida se ha incrementado hasta un 500% en algunos lugares, dejando a la población que ha sufrido sequía tras sequía en una pobreza extrema total", señaló en el comunicado Rob McNeil.
El panorama que describe McNeil es desolador: "Algunas de las carreteras por las que viajamos estaban cubiertas por ganado muerto. Hay muy poco o nada de pastos o agua para los animales que la gente necesita para vivir. La gente está cada vez más desesperada".
"Vi gente en una aldea machacando los granos que iban destinados a los animales para hacer papillas para alimentar a sus familias. Nos tememos que lo peor podría estar por venir mientras las crisis se deteriora a lo largo del Este de África", añadió. La situación es insostenible.
“Hay medios y alimentos suficientes para erradicar el hambre. Sólo falta que los países más enriquecidos actúen y se propongan medidas efectivas para paliar los efectos de una crisis que cada vez más acecha con más fuerza”.
Somalia es un país invadido por las fuerzas etíopes bajo el mando norteamericano desde hace dos años, con el silencio internacional, y los muertos a tiros son diarios. El objetivo es el control estratégico del cruce de comunicaciones y las riquezas de uranio, hierro, estaño, gas, petróleo, bauxita… Los refugiados somalíes han sido bombardeados por aviones de USA por lo menos en cuatro ocasiones, han sido expulsados de Kenia... Los niños soldados somalíes y etíopes militan en las filas de todas las facciones en juego.

Desde ese contexto ven pasar diariamente los seres humanos más pobres del planeta un botín con rumbo a los países más ricos: Veinte mil barcos con millones de toneladas de petróleo, hierro, cereales y toda clase de productos cruzan cada año las aguas del mar de Arabia rumbo a Europa. Así pues, algunos se han echado a la mar a intentar capturar tan suculento botín. Sólo este año, han secuestrado 90 barcos y retenido a 300 tripulantes.
Volviendo un poco atrás para reenlazar, partiremos de que en 1991, el Gobierno de Somalia se hundió. Los nueve millones de habitantes del país viven desde entonces a borde del hambre. Pero numerosas organizaciones occidentales de la peor especie han aprovechado esta situación para pillar los recursos alimenticios del país y deshacerse de residuos nucleares en las aguas somalíes.

Leyeron bien: residuos nucleares. En cuanto el Gobierno desapareció, misteriosos buques europeos comenzaron a aparecer frente a las costas de Somalia, tirando barriles en el océano. La población costera comenzó a caer enferma. Inicialmente, los habitantes tuvieron erupciones cutáneas extrañas, náuseas y nacieron bebés deformados. Luego, después del maremoto de 2005, cientos de estos barriles llegaron a las playas, se rompieron y dejaron fluir los productos que contenían. La gente comenzó a presentar síntomas de irradiación, y cientos de personas murieron. Ahmedou Ould-Abdallah, enviado de Naciones Unidas en Somalia, declaró: "Alguien tira materiales nucleares aquí”. Hay también plomo, metales pesados como el cadmio y el mercurio. "Siguiendo la procedencia de una gran parte de estos residuos nos lleva hasta hospitales y fábricas europeas, que parecen confiarla a la mafia italiana para quitarse de encima estos residuos al menor coste posible”. Cuando pregunté al Sr. Ould-Abdallah qué es lo que los gobiernos europeos habían decidido hacer al respecto, me respondió suspirando: "nada. No hay limpieza, no hay ninguna indemnización y no hay ninguna acción de prevención”.

Al mismo tiempo, otros buques europeos pillaban las aguas somalíes de su recurso más importante: la pesca. Hemos destruido nuestros stocks de pescados por la sobreexplotación -y hoy cogemos los suyos-. Los grandes barcos que pescan ilegalmente frente a la costa de Somalia capturan cada año más de 300 millones de dólares de atunes, camarones, langostas y otras especies en estas aguas desprovistas de protección. Los pescadores locales perdieron repentinamente sus medios de subsistencia y se mueren de hambre. Mohammed Hussein, un pescador de la ciudad de Marka, a 100 km al sur de Mogadiscio, declaró a la agencia Reuters: "Si no se hace algo, pronto no habrá peces en nuestras aguas costeras”.

Éste es el contexto en el que estos hombres a los que llamamos "piratas" aparecieron. Todo el mundo está de acuerdo en que fueron simples pescadores los primeros que utilizaron sus lanchas rápidas para intentar disuadir a los barcos y los barcos-basura, o por lo menos imponerles un "impuesto". Estos pescadores se designan a sí mismos como los Voluntarios de los Guardacostas de Somalia -y no es difícil comprender por qué, como nos recuerda el periodista Johann Hari, de The Independent.
En una entrevista, uno de los líderes de los piratas, Sugule Ali, declaró que su motivo era "parar la pesca ilegal y que tiren residuos en nuestras aguas… Nosotros no nos consideramos bandidos de los mares. Consideramos que los bandidos de los mares [son] los que pescan ilegalmente y utilizan nuestros mares como una descarga de basuras y echan sus residuos en nuestros mares y vienen [a navegar] armados en nuestros mares”.

Algunos de ellos pueden ser considerados gángsters -en particular los que se apoderaron de las entregas del Programa Mundial de Alimentos-, pero por lo general, los "piratas" tienen el apoyo de la población local. La página web de la prensa independiente somalí Wardher News realizó la mejor investigación de la que dispongamos sobre lo que piensan la población somalí. Sus resultados indican que el 70% "apoyan firmemente la piratería como forma de defensa nacional de las aguas territoriales del país".

¿Esperamos que los somalíes que se mueren de hambre permanezcan pasivamente en sus playas chapoteando en nuestros residuos nucleares, que nos observen capturar su pescado para comerlo en los restaurantes de Londres, París o Roma? No hemos reaccionado contra esos crímenes, pero cuando los pescadores han respondido desorganizando el canal de navegación por el cual transita un 20% del suministro mundial de petróleo, hemos empezado a gritar con indignación. Si queremos realmente luchar contra la piratería, deberíamos poner fin a sus causas profundas, “nuestros” crímenes.
Ali es el portavoz de la banda de piratas que secuestró en septiembre un carguero ucraniano con las bodegas repletas de munición, armas pesadas y un puñado de viejos tanques soviéticos. «Nosotros éramos pescadores, pero nos hemos tenido que buscar la vida. Yo salía a faenar todos los días, pero llegaban barcos europeos y asiáticos, grandes buques factoría, y lo esquilmaban todo. Peces, langosta, coral… Destruían nuestras redes y disparaban sobre nosotros. Arrojaban por la borda bidones tóxicos y llenaban nuestro mar de mierda. No nos dejaban ganarnos la vida, así que decidimos defendernos», relata.
Los piratas están estrangulando una de las rutas marítimas más concurridas del mundo, que conecta Europa con Asia y Oriente Medio vía canal de Suez. Millones de toneladas de crudo, gas, hierro, carbón y cereales, así como electrodomésticos, ropa, juguetes y otros productos fabricados en China y el sudeste asiático tienen que atravesar el golfo de Adén e internarse en el crítico triángulo formado por el Yemen al norte, Somalia al sur y el mar de Arabia al este. Un embudo muy rentable por el que pasan unos veinte mil barcos cada año; además de tres millones de barriles de petróleo diarios. El impacto económico es demoledor, ya que las mayores flotas de mercantes, que transportan el 90 por ciento de los bienes comerciados por mar, están considerando circunvalar Suez y el golfo de Adén porque los seguros resultan prohibitivos. Pero la ruta alternativa, doblar el cabo de Buena Esperanza y subir por la costa africana occidental, representa un incremento medio de tres semanas en la duración del viaje. Los fletes se disparan. Y ni siquiera esa precaución sirve. Los piratas se atreven ya incluso con petroleros, como el Sirius Star, con dos millones de barriles de petróleo a bordo. Lo peor es que este buque estaba lejos del golfo de Adén y tenía previsto rodear África por Buena Esperanza. «Esto no tiene precedentes. Es el barco más grande que ha sido atacado hasta la fecha, tres veces mayor que un portaaviones. Cada vez son más osados», advierte el teniente Nathan Christensen, portavoz de la Quinta Flota estadounidense.

Si los piratas se salen con la suya, se reparten las ganancias de manera equitativa entre jefes, hombres armados y funcionarios que hay que sobornar. Una cuarta parte la destinan a futuras misiones (armas, gasoil y víveres). Ali Ahmad, de 27 años, se construyó una mansión en los suburbios de Galcaio, donde vive su familia, con los 80.000 euros que recibió de un rescate.
Lo que ocurre en las costas de Somalia es un reflejo del caos que reina en el país. Los jóvenes quieren trabajar para los señores de la guerra y vivir a lo grande. "La piratería es muy atractiva para los jóvenes somalíes sin futuro. Es una aspiración", según Rogger Middleton, analista de Chatham House, centro de investigación sociológico con sede en Londres. Los comerciantes de los pueblos costeros celebran la llegada de los corsarios porque saben que harán acopio de carne, combustible, espaguetis, agua… que pagarán al contado. Para muchos somalíes, los piratas son celebridades. Mohamed, de 40 años, padre de seis hijos, lo tiene claro. «La sequía estaba matando de hambre a mis niños, por eso decidí enrolarme en los guardacostas. Mi familia tendrá crédito en las tiendas y salvoconductos para los controles de carretera de las milicias. A los piratas se los respeta.»
Los piratas no son el problema, son la consecuencia del caos y la pobreza, denuncia Médicos Sin Fronteras, que mantiene equipos locales en el país. El 25% de los somalíes depende de una ayuda humanitaria cada vez más peligrosa de distribuir. Tres de sus ocho millones de habitantes (no hay censo) están desplazados. Escasea el agua potable, la luz eléctrica procede de generadores con gasoil, apenas hay maestros y no funciona un sistema de salud que carece de todo. En Somalia sólo funcionan las armas, los teléfonos móviles y satélites y los navegadores GPS, las herramientas indispensables para la piratería.
Pero las cosas se ven de otra manera desde los países ricos: "El mundo no puede aceptar estos actos de piratería", dijo Sarkozy en septiembre. Y es que mientras se trató simplemente de algunos atuneros congeladores, pareció que la mejor respuesta de la comunidad internacional ante los apresamientos era, sencillamente, la de recomendar a las empresas pesqueras que se fuesen a faenar a otras aguas. El problema ha llegado cuando se han atrevido con el vital sector energético como el petróleo.
Y la maquinaria empezó a funcionar. La ONU: "En junio, emite la resolución 1.816: autoriza a los barcos extranjeros a perseguir piratas en aguas somalíes, lo que es una excepción al derecho marítimo internacional; les autoriza al uso de la fuerza contra los piratas en aguas somalíes; incluye la persecución en caliente y el abordaje".
"En octubre, la resolución 1.838: insta a los países con barcos o aviones en la zona a utilizar los 'medios necesarios para reprimir los actos de piratería'; incluye el derecho de enjuiciar a los piratas presos en los tribunales del estado que los captura".
Y la UE aprueba la creación de una fuerza militar en el Índico, coordinada con las fuerzas de la OTAN en la zona y con el aval de la ONU. La operación se llama Atalanta, la ninfa del equilibrio, y la fuerza naval, Eunavfor. Supone "un bello símbolo de los avances en la Europa de la Defensa y su llegada a la edad adulta", según Hervé Morin, ministro de defensa francés.
El Pentágono planifica una posible escalada militar, con múltiples opciones que incluyen hasta incursiones terrestres, amparadas por la autoridad del Consejo de Seguridad de la ONU, y apoyados por las numerosas tropas militares (al menos 7 buques de la OTAN, con unos 400 efectivos españoles en fragatas y aviones) de los distintos países que ya se han desplegado en la zona.
Comandos franceses han liberado en un par de ocasiones a los tripulantes de sendos yates, luego han perseguido a los secuestradores hasta sus guaridas, les han tiroteado y han recuperado el botín.
Los piratas somalíes han amenazado con vengarse después de que dos rescates de rehenes realizados por fuerzas extranjeras hayan con la muerte de al menos cinco de sus compañeros.
"Los franceses y los estadounidenses se arrepentirán de haber comenzado esta matanza. Nosotros no matamos, sino que sólo tomamos rescates. Haremos algo a cualquiera que veamos como francés o estadounidense desde ahora", manifestó Hussein, un pirata de la zona.

En todo esto está claro quién pierde y quién gana: Los armadores seguirán protegiendo sus botines de guerra, las compañías de seguros han aumentado sus pólizas diez veces, Europa logra mantener una armada en la geoestratégica zona del Cuerno de África con el aval de la ONU para hacer lo que le dé la gana con total impunidad, los gabinetes ingleses se embolsan cantidades ingentes de dinero y, mientras tanto, los piratas somalíes, los empobrecidos y legítimos dueños de los bancos de pesca, del petróleo, seguirán jugándose la vida, una vez más....

Y nosotros, que con el depósito del coche lleno y con los supermercados también bien llenos de sabrosas conservas de pescado, nos creemos todo lo que los medios quieren que nos creamos, que los auténticos piratas tienen la piel de color negro

sábado, 14 de noviembre de 2009

Hambre, la gripe más mortífera

Os dejo este artículo de un misionero en África, dosis de realidad para este mundo irreal que nos construimos. Sobre las "gripes" de verdad y sobre crisis endémicas.


Vivo entre los pobres de los pobres, los últimos de la cadena, los que viven con menos de medio euro al día y tienen una esperanza de vida al nacer de 40 años. Son pobres de la selva africana, pobres felices o, al menos, pobres que saben sacar el jugo a su corta vida y la viven con intensidad


He estado hace poco en España y he oído dos palabras que os están poniendo contra las cuerdas: crisis y gripe A (H1N1). No puedo evitar el pensar en ciertas comparaciones entre el mundo rico, angustiado por una crisis temporal que disminuye su renta percápita y alarmado por la gripe A, y la vida de la gente con la que vivo mi día a día, envuelto por millones de metros cúbicos de verde selva.
He ido por las calles de Córdoba con un grupo de Cáritas repartiendo bolsas de comida en hogares con el agua al cuello por la crisis, pero nunca se puede comparar con la vida del que tiene una sola camisa para todo el año y la lleva puesta cuando su hijo se muere de diarrea y él no puede hacer nada porque no tiene medicinas, ni dinero para comprarlas, ni hay una zona de urgencias a donde ir.

Un solo fallecido por la gripe A conlleva una carga de sufrimiento para él, para su familia, para sus amigos. Ochocientos fallecidos son muchos y el volumen de sufrimiento mayor. Por los casi 40.000 niños que mueren de hambre en el mundo o a consecuencia de enfermedades agudizadas por el hambre y el debilitamiento de su persona, el sufrimiento su multiplica por mil.
Yo los veo morir cada día. Es la gripe del hambre. De la gripe A no he visto morir a nadie, sólo he leído en los periódicos que hay más de 800 muertos en todo el mundo, España incluida. De la gripe del hambre, o la de la malaria, o del sida o de la lepra, se apagan vidas por centenares sin hacer ruido. Basta con abrir el libro de las lágrimas de mi pueblo para darse cuenta de dónde está la peor gripe aunque no se hable de ella en los periódicos. Cantidades ingentes de dinero están siendo destinadas a acumular antivirales para luchar contra la gripe A el próximo invierno. Contra las gripes de mi pueblo, muchos han tirado la toalla.
He leído una publicidad que decía: “¿Te imaginas 400 años de crisis?” Hay países en el mundo que no necesitan echarle tanta imaginación. Uno de ellos es Centroáfrica. Mi pueblo sigue llorando porque aquí la vida está muy barata y se muere por muy poco. Sólo en el proyecto huérfanos en la ciudad de Bangassou (de 25.000 habitantes) tenemos 1.800 niños. Hemos escolarizado a más de 5.000 alumnos para que aprendan a luchar por sobrevivir. Sus lágrimas no aparecen en los periódicos. Ya dice el proverbio que cuando el pez llora en el agua nadie se da cuenta de su sufrimiento…
Centroáfrica es un canto a la vida, sobretodo humana, aunque dure sólo hasta los 39 años, y el amor al hombre conlleva también un respeto por la naturaleza en donde el hombre vive y encuentra su entorno.


Autor: Juan José Aguirre Misionero español que trabaja desde hace tres décadas en la República Centroafricana

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Hacer el amor


A las pasiones que nacen de las entrañas y se te meten hasta el tuétano. A los amantes de verdad, esos que no se quedan en lo epidérmico. A los amores que llegan como regalo aunque ese amor rompa la dinámica de lo que se debe. A las grandes emociones y al cine que las refleja, a la ternura y al cariño bien contadas en imágenes y palabras. A la "peripecia sentimental" por encima de lo grosero. Os dejo este artículo de Elvira Lindo que me ha pasado un amigo y con él rindo homenaje también a esta bella historia contada y a sus protagonistas, buenísimos actores. Los puentes de Madison, con Meryl Streep y Clint Eastwood



Hay artículos que se piensan, pero no se escriben. Este artículo lo llevaba rumiando mucho tiempo. No lo abordaba porque temía ser malinterpretada. Tampoco sé ahora si me interpretará justamente, pero este agosto he sentido la necesidad de escribirlo. Fue la suma de varios momentos. Una noche programaron en televisión Los puentes de Madison. Es una película que he visto varias veces; sin embargo, pude comprobar que fuimos muchos los solitarios que, huyendo de la ordinariez televisiva, nos entregamos de nuevo a una de las más románticas historias del cine: la que viven un ama de casa de una granja de Iowa y un fotógrafo de National Geographic. No hay espectador sensible que no entienda la atracción que surge entre dos seres tan ajenos: la mujer del campo y el cosmopolita; la esposa atada a su familia y el hombre libre. No hay espectador que no contenga el aliento cuando esa pareja baila en la cocina una canción de Dinah Washington, sin atreverse aún casi a entregarse a las caricias, sabiendo como saben que su amor será corto en la realidad y largo en el recuerdo. Varias fueron las personas cercanas que me hablaron de la película: una anciana de ochenta años, que en la soledad de su casa se puso en la piel de esa otra mujer, Francesca, para vivir ese regalo, que no todas las mujeres han tenido, de disfrutar un gran amor, aunque sea fugaz; un muchacho me comentó cómo le había emocionado la historia, cómo había comprendido a esos dos seres que se aman conscientes de que en la vida no siempre se hace lo que se quiere, sino lo que se debe. Para este joven, el hecho de que tanto Meryl Streep como Clint Eastwood se encontraran, en ese momento, más allá de la cincuentena no le rebajaba un ápice la potencia romántica de la historia. Un actor me habló, recuerdo, de la reticencia de nuestros directores a las grandes emociones, y un director, por su parte, me dijo que soñaba con hacer alguna vez en su vida una historia romántica, sin complejos. A todos nos había conmovido esa pareja que baila una de las canciones más conmovedoras de la historia del jazz: You don't know what love is. El único comentario vulgar sobre Los puentes de Madison, por cierto, lo leí en algún periódico: la anunciaban como la gran película de un cineasta (Eastwood) que, a pesar de ser conservador, sabe contar historias de gente común. Ah, la tontería mil veces repetida: los que no son como tú no pueden ser inteligentes o sensibles. Tras la noche eastwoodiana, huyendo de nuevo de la tele ordinaria, vi un programa de cine. Anunciaban uno de los estrenos españoles de la temporada. No atendí demasiado a las explicaciones del director, pero disfruté la siguiente escena: un joven delincuente y un quinqui retirado filosofan con una copa en la mano; de pronto, el campo de visión se amplía y se descubre un bonito pastel: dos señoritas prostitutas están de rodillas practicándoles a nuestros héroes una felación (dos). Si no hubiera sabido que era una película que va a estrenarse en estos días, podría haber pensado que se trataba de alguna otra que ya he visto y no recuerdo bien. Son tantas las felaciones que me ha brindado el cine español en los últimos años que sólo me cabe pensar que los directores (casi todos son hombres) tienen alguna compulsión que no saben controlar en el campo de la ficción. O tal vez es que piensan, inocentemente, que una escena como esa puede atraer al público a las salas. O puede que no hayan reparado en que para escenas de folleteo evidente están, al alcance de cualquiera, esos canales porno que nos permiten mirar la cosa sin un argumento sólido y sin rodeos. Lástima que las historias en el cine, más allá del porno, traten, fundamentalmente, de los rodeos, de los rodeos que dan las personas para acercarse a otras, atraer la atención de alguien, de los rodeos que tienen que dar para declararse, de las dificultades de propiciar un encuentro, de la imposibilidad de tocarse, del deseo que ha de reprimirse, de la fuerza que ejerce sobre los seres comunes (nosotros) la fidelidad, del cariño, de la ternura que tiene más poder que el sexo a palo seco, de lo que dice una mirada, o una mano sobre otra. Hace años pensaba que la incontenible tendencia de los directores a poner a las mujeres a cuatro patas o de rodillas en las escenas sexuales estaba motivada en gran parte por una especie de trauma sexual, el lastre de la represión franquista, pero ahora mi teoría se ha hecho pedazos viendo cómo hay una especie de rijosismo juvenil heredado en una generación que ha crecido con la misma libertad sexual que pueda tener un noruego y para la que Franco es un personaje histórico. Por alguna razón eluden la peripecia sentimental, como si no tuviera prestigio, y la sustituyen por el sexo explícito, en muchos casos grosero, y, por tanto, molesto. El aquí te pillo-aquí te mato es tan frecuente en el cine español como infrecuente en la vida real. Recuerdo aquella frase de Robert DeNiro en La chica del gánster: "Yo no follo, yo hago el amor". El amor se hace de muchas maneras, lo difícil (lo saben los grandes) es contarlo bien. Y los espectadores españoles están ávidos de sentimientos, porque el folleteo y la ordinariez la tienen a diario. En la tele, ¡y gratis! -

viernes, 4 de septiembre de 2009

Amor Gay

Aunque no siempre me gusta Pérez Reverte, este artículo está lleno de sensibilidad. Creo que sobran mis palabras.

Amor gay
Por Arturo Pérez-Reverte


Nunca antes me había fijado en la cantidad de parejas homosexuales que se ven paseando por Venecia. Los encuentras caminado por los puentes, a la orilla de los canales, cenando en los pequeños restaurantes del casco viejo. No suele tratarse de dúos espectaculares, sino todo lo contrario: gente discreta, tranquila, a menudo con aspecto educado. Mirando a los demás aprendes cantidad de cosas, y en el caso de estas parejas siempre me encanta sorprender sus gestos comedidos de confianza o afecto, el reparto convencional de roles que suele darse entre uno y otro, la ternura contenida que a menudo sientes flotar entre ellos, en su inmovilidad, en sus silencios.
Pensaba en todo eso el otro día, a bordo del vaporetto que cubre el trayecto de San Marcos al Lido. Sobre la laguna soplaba un viento helado, los pasajeros íbamos encogidos de frío, y en un banco de la embarcación había una pareja, hombre y hombre, cuarentones, tranquilos. Se sentaban muy juntos, apoyado discretamente un hombro en el del compañero, en un intento de darse calor. Iban quietos y callados, mirando el agua verdegris y el cielo color ceniza. Y en un momento determinado, cuando el barco hizo un movimiento y la luz y la gama de grises del paisaje se combinaron de pronto con extraordinaria belleza, los ví cambiar una sonrisa rápida, fugaz, parecida a un beso o una caricia.
Parecían felices. Dos tipos con suerte, pensé. Aunque sea dentro de lo que cabe. Porque viéndolos allí, en aquella tarde glacial, a bordo del vaporetto que los llevaba a través de la laguna de esa ciudad cosmopolita, tolerante y sabia, pensé cuántas horas amargas no estarían siendo vengadas en ese momento por aquella sonrisa. Largas adoslescencias dando vueltas por los parques o los cines para descubrir el sexo, mientras otros jóvenes se enamoraban, escribían poemas o bailaban abrazados en las fiestas del Instituto. Noches de echarse a la calle soñando con un príncipe azul de la misma edad, para volver de madrugada, hechos una mierda, llenos de asco y de soledad.
La imposibilidad de decirle a un hombre que tiene los ojos bonitos, o una hermosa voz, porque, en vez de dar las gracias o sonreír, lo más probable es que le parta a uno la cara. Y cuando apetece salir, conocer, hablar, enamorarse o lo que sea, en vez de un café o un bar, verse condenado de por vida a los locales de ambiente, las madrugadas entre cuerpos Danone empastillados, reinonas escandalosas y drag queens de vía estrecha. Salvo que alguno -muchos- lo tenga mal asumido y se autoconfine a la alternativa cutre de la sauna, la sala X, la revista de contactos y la sordidez del urinario público.
A veces pienso en lo afortunado, o lo sólido, o lo entero, que debe de ser un homosexual que consigue llegar a los cuarenta sin odiar desaforadamente a esta sociedad hipócrita, obsesionada por averiguar, juzgar y condenar con quién se mete, o no se mete, en la cama. Envidio la ecuanimidad, la sangre fría, de quien puede mantenerse sereno y seguir viviendo como si tal cosa, sin rencor, a lo suyo, en vez de echarse a la calle a volarle los huevos a la gente que por activa o por pasiva ha destrozado su vida, y sigue destrozando la de los chicos de catorce o quince años que a diario, todavía hoy, siguen teniéndolo igual que él lo tuvo: las mismas angustias, los mismos chistes de maricones en la tele, el mismo desprecio alrededor, la misma soledad y la misma amargura.
Envidio la lucidez y la calma de quienes, a pesar de todo, se mantienen fieles a sí mismos, sin estridencias pero también sin complejos, seres humanos por encima de todo. Gente que en tiempos como éstos, cuando todo el mundo, partidos, comunidades, grupos sociales, reivindica sus correspondientes deudas históricas, podría argumentar, con más derecho que muchos, la deuda impagada de tantos años de adolescencia perdidos, tantos golpes y vejaciones sufridas sin haber cometido jamás delito alguno, tanta rechifla y tanta afrenta grosera infligida por gentuza que, no ya en lo intelectual, sino en lo puramente humano, se encuentra a un nivel abyecto, muy por debajo del suyo. Pensaba en todo eso mientras el barquito cruzaba la laguna y la pareja se mantenía inmóvil, el uno contra el otro, hombro con hombro. Y antes de volver a lo mío y olvidarlos, me pregunté cuantos fantasmas atormentados, cuántas infelices almas errantes no habrían dado cualquier cosa, incluso la vida, por estar en su lugar. Por estar allí, en Venecia, dándose calor en aquella fría tarde de sus vidas.

—Arturo Pérez-Reverte

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Runaway

Escapar. Y si es contigo, mejor. Al sur del sur, a aquellas playas blancas de aguas que transparentan lo que somos. Por el camino, los molinos acompasarán esta música mientras sacamos nuestros brazos por la ventanilla del coche, bailando, suavemente, en esa armonía imprecisa de la conjunción de elementos. Escucha y recuerda. Movámonos de nuevo; hagámonos otra vez fugitivos de lo que daña y vayamos a la epidermis de la realidad. Siempre tan bella...
I would runaway with you.





Say it's true, there's nothing like me and you
I'm not alone, tell me you feel it too

And I would runaway
I would runaway, yeah, yeah
I would runaway
I would runaway with you

'Cos I am falling in love with you
No never, I'm never gonna stop
Falling in love with you

Close the door, lay down upon the floor
And by candlelight, make love to me through the night
(Through the night)

'Cos I have run away
I've runaway, yeah, yeah
I have run away, run away
Runaway with you

'Cos I am falling in love (falling in love) with you
No never, I'm never gonna stop
Falling in love with you
With you my love, with you

And I would runaway
I would runaway, yeah, yeah, yeah, yeah
I would runaway (runaway)
Runaway with you

'Cos I am falling in love (falling in love) with you
No never, I'm never gonna stop
Falling in love with you

I am falling in love (falling in love) with you
No never, I'm never gonna stop falling in love with you
Na ni na na ni na na, with you
Runaway yeah, runaway yeah, runaway, runaway, runaway
Runaway, runaway yeah, runaway yeah, runaway, runaway
Runaway with you.

lunes, 31 de agosto de 2009

Nasija

"Algunos hombres han interpretado la palabra revelada para mantaner el poder sobre el pueblo... para flagelo sobre las mujeres"

Continuamos con este agosto que acaba hoy y que sin pensarlo hemos dedicado a los cortos, con éste, impresionante, de Guillermo Rios sobre la situación de muchas mujeres en el mundo, representadas en esta historia situada en el África subsahariana sobre una chica condenada a la lapidación. Con él hacemos homenaje a todas aquellas que a pesar de ser las víctimas de la cobarde y encubierta debilidad de muchos hombres, son capaces de humanizar este mundo injusto. Sirva también a todos aquellos hombres que se hacen dueños de la palabra revelada, manipulada para hacerla arma arrojadiza de una superioridad que encubre complejos. A los que la utilizan para condenar y nunca entiendieron que la Palabra siempre es liberadora y generadora de vida.




Nasija
Cargado por short_film. - Mira películas y shows de TV enteros.

domingo, 16 de agosto de 2009

15 días en agosto

Estrenamos esta nueva etiqueta que quiere seguir completando el sentido de este blog. Una manera diferente de mirar el mundo bello y a la vez absurdo en el que vivimos, de entenderlo y de querer construirlo. Evidentemente no inventado por mí, que sólo me uno a tantos otros que creen en lo alternativo, que quieren hacer boicot a lo que se nos impone y se nos cuela a veces hasta la médula. Esta vez desde la mirada de un niño. Dedicado a los amigos que trabajan con niños porque éstos les ayudan a conectar con la esencia de sí mismos, a todos los que ayudan a los niños a ser felices sin contaminar su núcleo más vital.
También nos sirve de reflexión a los que caemos en la vorágine de lo inmediato creyendo que ahí está la felicidad. A todos los que intentaremos seguir siendo felices aunque se acaben nuestros 15 días o un mes de vacaciones.
Sin desmerecer todas las expereiencias vividas en estos días de receso y desconexión. Sobre todo agradeciendo a la Vida tanta maravilla de lo creado y tanta maravilla experimentada con los otros que me quieren y a los que quiero... Feliz vuelta a la rutina. En la rutina también hay esencia.

martes, 11 de agosto de 2009

El viaje de Said

A vosotros, mis amigos, los protagonistas del eterno éxodo de la vida, a los obligados a salir y a los apasionados por salir, a los que me ayudáis a hacerme itinerante como vosotros... En el horizonte está la vida que buscamos, por muchas vallas que nos impongan.





martes, 7 de julio de 2009

Soy lo que soy

Aunque realmente no sólo somos lo que somos, sino también lo que fuimos. Aunque no somos seres acabados, sino abiertos al futuro, un futuro que incluso no se cierra con la muerte... Éste es un homenaje a todos aquellos que amaron, que aman y que amarán su ser más íntimo, se reconciliaron con él y no tuvieron miedo a creer que de él procedía lo más auténtico de sí mismo, y en eso aténtico, vieron la fuerza para caminar, para seguir creciendo, para crear, para seguir haciendo belleza, buscándola y admirándola, para amar.
Para todos vosotros.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Inacabado

En el principio existía el dos. El ambos, la conjunción, el eclipse. Y la pasión entre ellos y la fluidez de sus miradas, y la complicidad. El acuerdo, el desacuerdo y el ardor en la noche fría. El roce, de sus pieles y de sus almas. El contacto... y el contacto producía mucho fruto, hacía sonreír a la tierra y ella aplaudía encandilada, porque tampoco ella fue nunca una sola. Y en el principio eremos tú y yo. Y lo más real de ambos era el abrazo y el garito que lo envolvía y aquello que parecía fusión pero que respetaba nuestras esencias porque nuestras esencias eran el para ti. Y produjimos mucho fruto, frutos de nuevas posibilidades, de aquellas que no existían, frutos de siempre de aquellos que agrandan el mundo porque el mundo también era dos.
Pero se empeñaron en el uno y el dos dejó de serlo y aquello que le hacía ser lo que era. Inventaron leyes para separar, para dividir, para censurar.Y dejamos de ser dos para ser uno cada uno. Y nos desterraron a tierras diferentes incluso dejamos de hablar el mismo idioma.
No sé a ti,pero a mí me queda la querencia, aquello que no me hace satisfecho. La herida humana del uno se ha hecho patente. La humanidad rota nos acoge a cada uno en su parcela. La angustia del desapego es el dolor de los hombres...

viernes, 3 de abril de 2009

Noviembre

Hola de nuevo. La infecundidad hace estragos. Ya sé que estamos a solas tú y yo, y que tú eres indulgente. Por eso no te voy a pedir disculpas. Sólo quiero que escuchemos juntos y vibremos. A aquel acantilado, con el mar embravecido a sus pies y el cielo de noviembre cubriéndolo, solo le fataba esta música. De nuevo podemos saltar las barreras que nos conforman y ser un poco más libres. Encantado de volver a verte, mi amor.

Pd. El artista que hoy agranda nuestras almas es Max Richter.Gracias a la amiga que me lo regaló.




November - Max Richter

viernes, 27 de febrero de 2009

Dance me to the end of love

Un poco de música, regalo para todos. Un poco de jazz que serena las pasiones. Esta canción es de Leonard Cohen, pero Madeleine Peyroux le da este toque personal que la hace aun rozar más el corazón.
Bailemos todos hasta el fin del amor, sabiendo que puede acabarse todo en la vida, y que el amor sobrepasa incluso la muerte. Pues a bailar, a sentir, eso sí, suavemente.







Dance me to your beauty with a burning violin
Dance me through the panic ´til I´m gathered safely in
Lift me like an olive branch and be my homeward dove
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love

Let me see your beauty when the witnesses are gone
Let me feel you moving like they do in Babylon
Show me slowly what I only know the limits of
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love

Dance me to the wedding now, dance me on and on
Dance me very tenderly and dance me very long
We´re both of us beneath our love, we´re both of us above
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love

Dance me to the children who are asking to be born
Dance me through the curtains that our kisses have outworn
Raise a tent of shelter now, though every thread is torn
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love

Dance me to your beauty with a burning violin
Dance me through the panic till I´m gathered safely in
Touch me with your naked hand or touch me with your glove
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love

miércoles, 25 de febrero de 2009

Escrito el 17 de agosto de 2006

Hoy ha llovido, realmente y con insistencia y el agua, como presuponía, incluso más de lo que esperaba, se ha llevado parte del polvo de mi atmósfera enrarecida, viciada por el dolor. Incluso están cantando los pájaros..., sí, ahora en agosto. Estos días me he dejado llevar, medio ausente, medio consciente, por el camino, la cercanía, los bosques, las danzas, lo amable, lo bello, la noche y su embrujo... realmente hay ángeles entre nosotros.
Me da miedo echar un vistazo a lo que queda, porque sé que lo que queda es mucho... pero sí, hoy algo se ha llevado la lluvia y vuelvo a presentir un deseo distinto, el de ser feliz. Ya es algo. Ahora voy a pasear por las aceras mojadas.

jueves, 19 de febrero de 2009

La venganza no es justicia

Es que estas horas no son para esto. Con la que está cayendo y la de cosas que tengo que hacer. Pero... digamos que ésta podría formar parte de ellas. Teniendo en cuenta que hacía esta misma reflexión estos días en los que la violencia se convierte en espectáculo mediático y en los que la sociedad busca chivos expiatorios para descargar en ellos todos sus males, sus propias culpas, sus crisis. La demonización de una persona o dos, o cuatro, por muy canallescas que sean sus acciones, es síntoma de que algo nos incumbe esa violencia exacerbada, el "reñir para que no me riñan", descargar en unos cuantos la ira que encierra culpa propia y responsabilidad... Que no, que no nos enteramos. Que la solución no son cadenas perpetuas, ni palizas de la policía para que confiesen, ni endurecimientos de las penas. El infierno no es el que le desea la madre de Marta para cada uno de sus días. Ni el castigo es el que le quieren inferir los hermanos de Cristina, la chica que murió acuchillada por su pareja hace dos semanas. Sus infiernos personales, sus castigos comenzaron hace tiempo. Y es cierto que son verdugos, pero también víctimas de un sistema enfermo. En fin, que leáis el artículo. Que lo suscribo completamente, y que el periodista lo explica mucho mejor que yo.

Marta y el orden de los valores
José Bejarano 18/02/2009 - 20:27 horas

Los padres de Marta del Castillo, la joven de Sevilla asesinada presuntamente por su ex novio, han pedido que se implante la cadena perpetua y que el culpable cumpla la pena más alta posible. La madre ha deseado para los detenidos que "cada día en la cárcel sea un infierno". Es lo menos que puede esperarse de unos padres destrozados por la pérdida de una hija. Pero también dicen una cosa más que, a mi parecer, no encuentra en los medios de comunicación el hueco que merece, sin duda por el estruendo que suelen ocasionar las palabras gruesas. Sostiene Antonio del Castillo que lo ocurrido a su hija hay que contextualizarlo en "una sociedad que cada vez tiene menos moral y donde a lo mejor se es demasiado flexibles, empezando por el colegio y los profesores".

Ahora sí, acierto pleno. Aunque a esa enumeración falta añadir a los padres y medios de comunicación, junto con los colegios y profesores. Todos tenemos alguna responsabilidad en lo que está pasando y en las manos, la erradicación de comportamientos violentos. No creo en el agravamiento de las penas como forma de prevenir el crimen. Es inútil aumentar las penas si seguimos inmersos en una sociedad que antepone la consecución de los deseos primarios a toda costa, fomenta el egoísmo, ensalza la violencia como forma de resolver los conflictos, el dominio del fuerte, el sometimiento de la mujer. Que no prepara a los jóvenes para afrontar situaciones de frustración.

Mal andamos en una sociedad que menosprecia los valores humanos (buenismo le llaman ahora algunos en claro tono de burla), laxa en normas, que entroniza al matón, venera al jactancioso y deposita el respeto de las normas no en el acatamiento libre y voluntario que posibilitan la educación y el civismo, sino en el agravamiento de las penas. Lo triste es que no hay nada nuevo bajo el sol. Nada hemos inventado nosotros. La violencia es vieja compañera del hombre. Quizá no tanto su exhibición pública.

Tampoco su utilización gratuita, el desparpajo con el que la esgrimen aquellos a los que nadie les ha dicho que el antojo tiene un límite. Tal vez también porque quienes echan mano de las armas encuentran legitimación social en tanto alarde de saña (virtual y real) tanta injusticia institucionalizada contra los débiles (en Madrid tienen que detener un cupo diario de inmigrantes-delincuentes y si no los hay, buscarlos) tanta desigualdad que hiere.

Perdonen que no descargue ahora la rabia contra estos individuos despreciables (verdugos y víctimas, odio el crimen y compadezco al criminal) que pueden haber matado a un ser inocente e indefenso. No haré como esos miles de vecinos que se echan a la calle dispuestos a linchar de los detenidos: si lo hiciese me sentiría arrastrado en la espiral de odio y violencia de los verdugos. La venganza no es justicia.

sábado, 14 de febrero de 2009

Billie Holiday - My man

Y para que no os quejéis y como disculpa, ahí va una de las grandes con todo su drama y esa voz personal y única. Para delitarse, sólo para eso.

Ufff... Cuánto por decir y qué callados estamos. Menos mal que siempre cabe la disculpa y algún que otro instante de nuestras madrugadas. Acabé de poneros los retazos del libro de Elly Hillesum que tanto tiene que decirnos también... Estoy bien, y vosotros? Con ganas de vivir más en esencia, desde aquello que aglutina y centra. Pero por hoy sólo quería saludaros y deciros que sigo aquí. Besos.

miércoles, 14 de enero de 2009

Tajabone

Como hace tanto tiempo que no disfrutamos juntos porque os tengo un poco olvidados, una sesión doble de belleza: Ismael Lo (Tajabone) y escenas de la peli "Todo sobre mi madre". Para los que aun buscáis a estas horas. Besos.