domingo, 17 de junio de 2012

Nature boy



There was a boy
a very strange enchanted boy
they say he wandered very far, very far over land and sea
a little shy and sad of eye but very wise was he
And then one day
 a magic day he passed my way
and while we spoke of many things
fools and kings this he said to me
"the greatest thing you'll ever learn is just to love and be loved in return"
"the greatest thing you'll ever learn is just to love and be loved in return"

domingo, 3 de junio de 2012

Donde se cuecen las habas



Quizás... quien sabe. En este batiburrillo de sensaciones, en este sentimiento de perder el rumbo, el norte, y sobre todo el sur, de creer que de nuevo tengo que encontrar mi lugar en el mundo... quien sabe si sólo un fin de semana puede dar sentido a un año de incertidumbre, de sufrimiento, de búsqueda, o mejor... de no buscar nada. De nuevo estuve en el lugar "donde se cuecen las habas". Con trabajo, dejándome llevar a borbotones por esta apática vagueza que estos tiempos me subyuga...  al final me marché con los jóvenes a procurarnos vivir la experiencia del encuentro con gente con sus pies en la tierra de verdad. Aunque sea la tierra que no los quiere allí, aunque sea la tierra que quieren dejar a costa de lo que sea incluso de su misma vida. Y es que en Ceuta siempre ocurren cosas. El corazón se encoge en sístoles para que su diástoles lo agrande. A lo mejor mi lugar en el mundo este año era propiciar experiencias, un año aparentemente infértil, que en mi desazón por dejar huella, me dejó "mal sabor de boca por mi ineficacia". Mal sabor de boca simplemente por haber pasado de sopetón  del rol de la consideración y la admiración al del último puesto en el ranking. Esto cuesta a los que como yo buscamos el beso para respirar.
Pero lo más importante de este texto mal escrito era reseñar la vida que se mueve en los lugares de muerte de frontera con el sur más sur. O quizás contar la vida que nos traemos los que allí nos acercamos de vez en cuando. Un aplauso de nuevo a los chicos y chicas de la esperanza que cruzan vayas de cuchillas y de malas intenciones provocadas por el miedo, la insensatez y la ignorancia. Un brindis por sus historias contadas con detalle y con pasión. Por sus sonrisas, su música, su esperanza, su arrojo... que nos descolocan y hace que nuestra queja continua sea arena movediza. Un hurra por los que allí siguen creyendo que lo mejor del ser humano es el contacto, el camino juntos, la casa abierta, el mirar a los ojos, el canto común, ...por los que ayudaron a propiciar la experiencia. El núcleo, el meollo, el "lugar" sigue siendo la acogida. Por aquí sigue soplando la vida y su Espíritu. Y eso toca en mí esa fibra adormilada. De momento se me ha dado la maravillosa oportunidad de ver la emoción de estas chicas y chicos en sus rostros. De momento, cuando pasa la espuma adolescente, me tocará observar, seguir interpelando,... quien sabe si de nuevo en la fragilidad pasan cosas. La de ahora se hace muy patente. Quizás de ahí brote de nuevo el sentido.