martes, 13 de agosto de 2013

Intrusos

En este blog se colaron intrusos. Perdonad, pero esto no es una especie de paranoia. Tengo constancia de que hay gente que sin permiso cruzaron los dos lados de la metáfora. Que profanaron el lugar sagrado de mi libertad, que se empeñan, sin yo quererlo, en llamarme por los dos nombres. Por eso ahora convivís aquí aquellos a los que os permití  transitar el puente, junto con aquellos que estáis en el lado de la metáfora y que a través de ella, sin categorías establecidas ni prejuicios, vais descubriendo lo más auténtico de mí mismo, y aquellos que forzaron la ventana y entraron y que miran, vigilan, observan, cuentan... En principio todo esto está coartando el impulso que motivó esta idea. Hay cosas que quisiera contar y que se ven inhibidas por el recelo. Me quedan varias opciones. Anular el blog y hacer uno nuevo. Se perdería mucho de lo que aquí ya hay. Otra es escribir y publicar pensando en esas personas (ganarían su batalla);  y otra es obviar la evidencia, seguir como si nada, "lo perdío al río". Y quien se escandalice que averigüe cual es la piedra que lo hace tropezar. Quien vigile, que cuente, quizás no sabe hacer otras cosas en la vida. ¿Qué opinais? (Aunque tengo la impresión de que ya sólo me leen los que no quiero que me lean)

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